Los mártires de San Antonio
Murieron de hipertermia. Viajaban en un camión de remolque cuya caja tendría capacidad para unas 40 toneladas. Partieron de Laredo hacia San Antonio por la autopista 1-35. Cabe suponer que el vehículo se desvió luego por la interestatal 13 para evitar ser detectado.
La caja no traía refrigeración y la temperatura exterior durante el día fue superior a los 40 grados centígrados.
En esas condiciones viajaron durante más de tres horas 67 personas desprovistas de agua y ventilación.
Llevaban untado a la piel un sazonador de carne para evitar que el olor a ser humano fuese descubierto por los perros de la migra. Esta imagen es canibalesca.
Murieron de un golpe de calor. Por encima de los 40 grados la hipertermia causa daño cerebral y provoca el fallo sistemático de los órganos.
El camión fue hallado en una carretera secundaria cerca de la base militar de San Antonio-Lackland. Tenía la puerta abierta, lo que hace suponer que el chofer supo antes de huir que, a sus espaldas, había ocurrido una tragedia.
De todos los pasajeros han muerto 53 y no es seguro que el resto vaya a sobrevivir. La mayoría son mexicanos, pero también hay guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y de otras nacionalidades todavía sin identificar.
Ellas son las víctimas de un nego
Un negocio que ronda los 14 mil millones de dólares anuales
cio que ronda los 14 mil millones de dólares anuales. Son la mercancía de las grandes organizaciones criminales que, con el reforzamiento de la prohibición migratoria, han encontrado una actividad muy lucrativa.
Mientras más altos sean los muros, más dinero puede extraerse de los familiares que viven en los Estados Unidos cuando quieren traer a sus seres queridos. Un viaje que antes costaba entre 4 y 5 mil dólares hoy se eleva a los 10 y 15 mil dólares.
En la zona donde ocurrió esta catástrofe operan, en ambos lados de la frontera, el cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Para ellos el trasiego de droga sigue siendo muy lucrativo, pero justo detrás viene el tráfico de migrantes.
Zoom: los mártires de San Antonio no merecen ser noticia de una semana. Son los cuerpos y los rostros de un conflicto humanitario que no se detendrá hasta que la política de la estupidez sea derrocada.