Los personajes de Zoran Malkoc obedecen a la insana distancia de lo que desean y cuando portan la mala semilla son únicos.
Zoran Malkoc El cementerio de los reyes menores (Rayo Verde Editorial)
En ese imaginario de la miseria cotidiana hay tipos que desean quedarse con un botín, aquellos que ni tiempo tuvieron de reflexionar que venían de una terrible guerra y empiezan a detonar su fatiga con quienes no quieren agotar su afán de supervivencia. Es decir, la muerte ronda, pero siempre deja a los protagonistas de estos relatos al filo. Obra con grandes destellos, con personajes que encuentran su desenlace en otro relato; personajes que huyen de unos relatos y encajan en otros. Bestias, combatientes, outsiders, parias, que nos llevan a la Eslovenia de la guerra y la posguerra de Croacia, donde alentados por la saciedad vagan entre las sombras mismas buscando su cetro, amén de las amenazas de quienes han aprendido a sortear y fugarse entre las pocas reglas que se aplican en esos submundos. Obra llena de matices, personajes que encuentran su nicho con Malkoc, experto en entender el mundo contemporáneo a través del relato. “Y pude haber sido el rey”, “Cómo la Pequeña Muerte Adormilada me dio calabazas”, “Arrancamos los ojos”, “El hombre perro”, “El muchacho triste con la varita mágica”, “Disección” o “Vuelco en el día en que murieron dieciséis croatas”, son parte de los relatos que integran El cementeriodelosreyesmenores, obra de este autor nacido en 1967. La traducción de este libro es de Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek.