Teatro Comunitario para la Paz comienza en Torreón
“A través de la Secretaría de Cultura federal se va a llevar a distintas regiones, no sé con precisión cuáles en este momento, hay municipios que tienen ya un registro de altos índices de violencia”
Artistas, directores de teatro, músicos y terapeutas insertos en el concepto de arteterapia se encontraron en el Teatro Nazas donde se ofreció una capacitación con un taller denominado Teatro Comunitario para la Paz.
El dramaturgo, productor y director de escena Edgar Vicente Álvarez Estrada, comentó en entrevista que el gobierno federal congrega a artistas de múltiples disciplinas para impulsar el teatro desde la comunidad y para la comunidad.
Y resulta particular que este modelo arrancará en Torreón, ciudad considerada la más violenta del país hasta hace poco, tomando como tema emblemático de Coahuila el Caso Allende, mismo que abordaron los talleristas.
¿En dónde es necesario este tipo de taller, en qué regiones y por qué Torreón?
Pues lamentablemente es necesario en todo el país. Estamos viviendo condiciones de violencia y casi no se ha trabajado en una cultura de paz en México. No hemos vivido un conflicto armado como tal, como ha sucedido en otros países como Colombia, o las secuelas de una dictadura militar como es el caso de Argentina Paraguay o Chile, sin embargo sí tenemos las condiciones de violencia y sus secuelas producto de la ola de violencia que ha desatado el crimen organizado.
Álvarez Estrada apuntó que en ese contexto se le ocurrió que al tomar algunos casos y los materiales escritos donde se ha sistematizado la experiencia de otros países, se podría hacer una adaptación para México y trabajar a favor de una cultura de la paz.
¿En qué consiste esta propuesta de teatro comunitario?
El teatro comunitario significa hacer teatro de la comunidad para la comunidad. Se trata de inconcebido tervenir en las comunidades donde se sufren las secuelas.
¿Los jóvenes que se están capacitando podrán ser gestores?
Podrían ser gestores o facilitadores y podrían intervenir. Y el taller lleva por título Teatro pero las nuevas tendencias apelan a la multidisciplina o a la transdisciplina y entonces se trataría de intervenciones más que teatrales, artísticas, apelando también a las facilidades que tengan las comunidades: desde las mujeres que tejen, que pueden trabajar y hablar de las cosas que se están viviendo. El taller yo lo denomino Prácticas teatrales como herramientas para la paz.
¿Se ha podido medir este ejercicio?
No porque es muy reciente y es apenas un primer acercamiento que yo estoy elaborando. La verdad es que no hay material mexicano, no hay una primera experiencia, quizá hay unos brotes de teatro comunitario en Chiapas, sobre todo en Oaxaca pero no se ha trabajado en la construcción de una cultura de paz. Por supuesto que se ha trabajado en un proceso catártico para ayudar a la gente a sacar cosas pero digamos que no existe un corpus teórico hasta el momento en México porque no se ha sistematizado la experiencia y es necesario hacerlo y ver su aplicabilidad de alguna región porque México es muchos Méxicos y la situación que viven los indígenas en Chiapas es completamente distinta a la de los que pueden vivir en una ranchería en Sinaloa con los problemas que tiene la región.
¿Este taller dónde se ha propuesto?
A través de la Secretaría de Cultura federal se va a llevar a distintas regiones, no sé con precisión cuáles en este momento, hay municipios que tienen ya un registro de altos índices de violencia, entre ellos Tijuana, Ciudad Juárez, Acapulco, Cancún, en la misma Ciudad de México ciertas zonas, pero bien a bien todavía no se ha abierto ni implementado, apenas van a iniciar las gestiones para hacerlo.
¿Entonces en esta administración Torreón es punto en cuanto la aplicación de este taller?
Torreón viene a ser el primer paso para irlo desarrollando… si trataré de registrar, quizás a manera de crónica, lo que sucedió en la clase abierta y exponer lo que estuvimos trabajando porque son prácticas teatrales que a veces no empatan con lo que hemos como teatro, es decir una puesta en escena, una obra encima de un escenario donde se cuenta una historia. Estas son prácticas teatrales donde nos valemos del teatro documental a los testimonios y entonces vamos a presentar un dispositivo escénico donde se va a mostrar lo que estuvimos trabajando.
Experto en comunicación de masas al haber experimentado con formatos radiales, Edgar Vicente Álvarez dijo que dado que el primer punto fue Torreón, él decidió que se trabajará en el abordaje de un caso que golpeó y aún duele en la sociedad coahuilense: La masacre de Allende, donde las cifras no oficiales hablan de al menos 300 personas exterminadas a través del homicidio doloso y la desaparición forzada.
Si bien las comparaciones se piensan odiosas, en muchos casos son necesarias y esta tragedia supera 700 por ciento al caso de los desaparecidos de Ayotzinapa. Sin embargo la falta de organización civil aunada al centralismo con que se maneja la información de interés nacional, sofocó la exposición del tema y solo después de que medios de información internacional lo apropiaron, los mexicanos se dieron por enterados del hecho criminal.
¿Cómo llegan a comprender los jóvenes que se puede trabajar en teatro con personas que no hacen teatro?
Porque lo mismo que ocurrió aquí puede ocurrir en una comunidad. Es decir, aquí al Teatro Nazas llegó gente que no necesariamente son gente de teatro; algunos están más cercanos a la música, tenemos a una chica que es psicóloga, otra que es terapeuta y hace arteterapia.
Aquí lo importante es aprovechar a la gente que se tiene, el recurso humano en las comunidades y trabajar con el arte que ellos tienen, amalgamado los esfuerzos de expresión que ellos mismos mantienen vivos: desde una narración oral, una canción. Todos esos elementos se tienen que incorporar a la práctica escénica.
El teatro comunitario significa hacer teatro de la comunidad para la comunidad