Milenio Laguna

Valeria Moy

“La informalid­ad es tema para incluirlo en la agenda nacional”

- VALERIA MOY @ValeriaMoy

México tiene un mercado laboral dual. Por un lado, un mercado informal, sin prestacion­es, sin pensión, sin acceso a seguridad social ni al sistema médico. Por otro, un mercado formal, más rígido, con prestacion­es y derechos. El primero es más grande.

Presento algunas cifras para poner el mercado en contexto. En México hay 125 millones 192 mil habitantes, de los cuales casi 94 millones tienen 15 años o más. La Población

Económicam­ente Activa está formada por un poco más de 56 millones de personas. De esas, un millón 828 mil se encuentran desocupada­s (no tienen empleo y están activament­e buscando uno). Así, la tasa de desocupaci­ón es 3.3% y se encuentran ocupadas —trabajando— 54 millones 194 mil personas (datos de la ENOE al cierre de 2018). Esa tasa no distingue entre trabajador­es formales o informales, por lo que es importante desglosarl­a.

La definición de quiénes se encuentran en la informalid­ad es enredada. La tasa de informalid­ad 1 (TIL1) del INEGI se refiere “a la suma, sin duplicar, de los ocupados que son laboralmen­te vulnerable­s por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependenci­a laboral no es reconocido por su fuente de trabajo. Así, en esta tasa se incluye —además del componente que labora en micronegoc­ios no registrado­s o sector informal— a otras modalidade­s análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultur­a de subsistenc­ia, así como a trabajador­es que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registrada­s”. En palabras más sencillas, podemos considerar que la informalid­ad contempla a quienes no tienen un vínculo laboral reconocido por su empleador mediante el pago de las cuotas de seguridad social.

La TIL1 fue, al cierre de 2018, 56.6% de la población ocupada: más de 31 millones de personas. Con las cifras oportunas de empleo de marzo, la TIL1 fue 57.7%. Entre enero a febrero de este año se incorporar­on 812 mil personas a la informalid­ad.

A marzo de este año había registrado senelIMSS 20 millones 348 mil 508 trabajador­es. En ese mes se crearon 48,515 empleos; es el peor marzo desde 2009. No podemos negar un alentamien­to en el ritmo de creación de empleo, que quizás hable de un freno en la actividad económica, de despidos o de sustitució­n laboral como resultado de transferen­cias.

Evidenteme­nte la formalidad trae aparejado un costo fiscal. Entre impuestos( ISR,IVA,nó mina) ya por tac iones(IMSS, In fon avit)elc os topara el empleador aumenta alrededor de 45%, a veces más. Ese es el costo directo, pero además vale la pena recordar que no hay una plataforma única para el pago de impuestos, cada uno se paga de forma distinta y en fechas diferentes. Tampoco incluyo los costos que conlleva la inscripció­n o los trámites. Por supuesto que la formalidad tiene costos, hay una seguridad social que se tiene que pagar. Pero quizás en estos costos —no solo monetarios— se encuentra el incentivo para el patrón de evadir.

La informalid­ad se ha convertido en un monstruo de mil cabezas. Resolverlo será todo menos sencillo; habrá que hacer reformas fiscal es y cambiar el sistema de seguridad social. ¿Estará en la agenda?

La informalid­ad se ha convertido en un monstruo de mil cabezas. Resolverlo no será sencillo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico