DEJA SU TRADICIONAL AZUL PARA VESTIRSE DE COLOR AMARILLO
El precandidato del Frente acude, con completa “humildad”, a la sede nacional perredista para pedir apoyo
Ricardo Anaya cambió de color por unos minutos. Dejó su tradicional azul para enfundarse en un chaleco amarillo con el escudo del PRD que le daba justo en el corazón. Es el primer panista en registrarse como precandidato presidencial de este partido de izquierda. Anaya fue para pedirles con “humildad” su respaldo.
El panista arribó con una hora de retraso a Benjamín Franklin acompañado por los líderes de su partido. Y fue recibido por el dirigente nacional de los perredistas, Manuel Granados.
El panista descendió de una camioneta para dejar constancia, a través de fotos e imágenes de televisión, de su ingreso, por primera vez, a las instalaciones del PRD como precandidato.
Apenas ingresó al salón donde se realizaría el acto, fue aplaudido por el coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado, Luis Sánchez; los coordinadores nacionales de ADN, Héctor Bautista; de Vanguardia Progresista, Héctor Serrano; Nueva Izquierda, Jesús Ortega y Jesús Zambrano; de Iniciativa Galileos, Guadalupe Acosta Naranjo; de Foro Nuevo Sol, Luis Arias y Hortensia Aragón; la senadora Angélica de la Peña; el presidente del Consejo Nacional, Arturo Prida, y el ex dirigente nacional del PRD, Agustín Basave.
Frente a los liderazgos y una docena de militantes, quienes coreaban “¡arriba el PRD!... ¡arriba Anaya”, el panista elogió las coincidencias de ambos partidos y recordó a sus líderes, Luis H. Alvarez y Heberto Castillo, con las gestas históricas contra el fraude electoral en 1986.
Apoyado con unas pantallas para dar su mensaje, Anaya dijo que asistía con “humildad” para pedir el apoyo rumbo a la elección del 1 de julio.
“Solo juntos podemos concretar nuestro proyecto”, subrayó. Granados y Santiago Creel le levantaron las manos en símbolo de unidad.
“La realidad de México hoy nos convoca a luchar juntos... En PRD y PAN no tenemos ninguna discrepancia en la convicción de combatir los tres tumores del cáncer que agobia a nuestro país: la corrupción, la violencia y la desigualdad”, destacó.
Indicó que al restaurar el autoritarismo mexicano, el PRI-gobierno provocó que PRD y PAN se volvieran a unir para defender los valores democráticos que les son comunes.
Y para rematar, Anaya dijo el lema del PRD: “Democracia ya, patria para todos”.