“ES SU DERECHO, PERO SIN VIOLENCIA”, AFIRMA ROHANÍ Presidente de Irán pide manifestaciones light
Ministro del Interior advierte a los “alborotadores” que “pagarán el precio”
EAgencias/ l presidente iraní, Hasan Rohaní, afirmó ayer que su país debe permitir “un espacio” para que la población pueda expresar sus “inquietudes diarias” pero pidió no recurrir a la violencia, después de cuatro días de protestas durante los que dos personas murieron y centenares fueron detenidas.
Rohaní condenó “la violencia y la destrucción de bienes públicos”, durante su primera reacción desde el inicio de las manifestaciones el jueves pasado en varias ciudades iraníes. “La crítica no es lo mismo que la violencia”, afirmó Rohaní en el Consejo de Ministros según declaraciones recogidas por la televisión pública. “Acogemos de manera positiva las críticas”, reiteró a la vez que aseguró que había “que crear las condiciones para la crítica, las protestas legales, incluidas las manifestaciones”. “Es el derecho del pueblo”, aseguró.
Sin embargo, el ministro del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, advirtió poco antes en la televisión estatal que “quienes destruyen los bienes públicos, crean desorden y actúan en la ilegalidad deben responder por sus actos y pagar el precio”.
“Actuaremos contra la violencia y contra quienes provocan el miedo”, añadió, y distinguió entre “los que hacen reivindicaciones legítimas” Por cuarto día consecutivo hubo manifestaciones en varias ciudades. y “los contrarrevolucionarios”.
Además, se restringió el acceso a las redes sociales Telegram e Instagram desde celulares la tarde de ayer, según varias agencias de prensa iraníes.
Las autoridades habían acusado a grupos “contrarrevolucionarios” establecidos en el extranjero de recurrir a esas redes para instar a la gente a manifestarse y a utilizar cócteles molotov y armas de fuego.
Las manifestaciones antigubernamentales son los más importantes en Irán desde el movimiento opositor surgido en 2009 contra la reelección de Mahmud Ahmadineyad en la presidencia (2005-2013), que fue reprimido violentamente.
El sábado, dos manifestantes murieron en Dorud (oeste), informó un responsable local, Habibollah Khojastehpur, quien aseguró que las fuerzas de seguridad no habían disparado a los manifestantes.
El número uno de la República Islámica, el guía supremo el ayatolá Ali Jamenei, no ha reaccionado hasta ayer públicamente desde el inicio de los altercados.
Pero pese a las advertencias del gobierno, opositores siguieron manifestándose ayer. La policía en el centro de Teherán usó carros lanza aguas para dispersarlos, de acuerdo con fotos publicadas en las redes sociales.
Un video online también mostró un choque entre manifestantes y policías en la ciudad de Khoramdareh, provincia de Zanjan (noroeste).
Además hubo reportes de protestas en las ciudades de Sanandaj y Kermanshah en el oeste de Irán, en Chabahar, en el sureste, y en Ilam e Izeh en el suroeste.
Desde hace cuatro días, los manifestantes protestan contra los problemas económicos y los escándalos financieros en el país, aislado y sumido durante años a las sanciones internacionales por sus actividades nucleares.
Los medios conservadores iraníes sostienen que la mayoría de los llamados a manifestarse provienen de Arabia Saudita, rival regional de Irán, o de grupos de la oposición en el exilio.