Slim es más fuerte que cualquier reforma
El 1 de enero se acaba la tarifa cero de interconexión y con esta medida retrocedemos varias casillas en la reforma de telecomunicaciones, una de las más profundas que nacieron post-Pacto por México.
La ley aprobada por el Poder Legislativo, y redactada por el Ejecutivo, tenía un componente poderoso para generar mayor competencia, reducción de tarifas y mayor penetración de servicios: la interconexión.
Hasta la reforma, A. Móvil (Telcel) tenía una participación de mercado de 69.9 por ciento. Con más de 50 por ciento del negocio fue declarado agentepreponderante.
Para balancear ese peso e incentivar el ingreso de competidores, se determinó que todos los demás operadores (Movistar, AT&T y los operadores virtuales móviles —OVM— como Virgin) no pagaran por la conexión de las llamadas de sus clientes a un usuario de Telcel. Pero la compañía de los Slim debía pagar 19 centavos por minuto a la competencia por el servicio inverso.
Por más de tres años, esta tarifa cero permitió, según el “Estudio de la OCDE sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México 2017”, sumar 11 millones de suscriptores nuevos de telefonía móvil.
¿Qué pasó con la competencia desde 2014? Telcel bajó levemente su participación a 64.9 por ciento, Telefónica subió de 19 a 23 por ciento y el combo Iusacell/Unefon/Nextel a 10.7 por ciento (hoy AT&T). Las tarifas bajaron 40 por ciento y permitió crear, por ejemplo, los paquetes de llamadas ilimitadas.
A. Móvil se inconformó con la medida desde el inicio, comenzaron los amparos y la queja llegó a la Suprema Corte de Justicia, la cual determinó que, a pesar de ser una ley aprobada, la determinación de tarifas es una tarea del IFT y no de los legisladores.
El instituto se puso a hacer cálculos, eliminó de la ley la tarifa cero y determinó que Telcel reciba 3 centavos por minuto de la competencia por interconexión y además le redujo de 19 centavos por minuto a 11 centavos su pago a la competencia. La diferencia se redujo a un tercio. “Es el país del revés, dónde los políticos se pusieron técnicos y el IFT, que sí es técnico, se puso político al reinterpretar los principios de la reforma y debilitando por completo una ley”, me dice un inversionista institucional vinculado al sector de telecomunicaciones.
AT&T hizo los cálculos del impacto de este cambio con datos del banco de información del IFT: por cada centavo de peso adicional que Telcel cobre por interconexión, los competidores pagarían colectivamente unos 20 mdd por año.
Si bien ni el IFT ni las telefónicas han dicho si la nueva fórmula afectará a las tarifas que pagamos cada uno de nosotros, sin duda es un golpe a la presunción de legalidad de una reforma que se había animado a lo impensable: patear el tablero de un monopolio muy poderoso.