¡Luchemos contra el racismo y el odio!
Hacer realidad los principios de igualdad y de no discriminación por motivos de nacionalidad, raza, etnia o religión, pilares de los derechos humanos, sigue siendo batalla interminable y costando aún muchas vidas en pleno siglo XXI de la sociedad del conocimiento.
Los disturbios recientes en Charlottesville, Virginia, donde chocaron supremacistas blancos y opositores, son ejemplo de la creciente corriente racista y promotora de odio que, por la llegada de Trump al poder, ha cobrado un impulso hasta hace poco impensable.
No se requiere gran ciencia para explicar el fenómeno: los extremistas y facistoides ven en el aprendiz a uno de los suyos y se sienten impunes. Así, honda tristeza y dolor causa el deterioro moral de grupos de estadunidenses que se manifiestan con consignas e insignias hitlerianas…
Más aún ofende ver al presidente del país que durante décadas se ha considerado el campeón de la democracia y las libertades vacilando en sus declaraciones ante hechos repugnantes que no admiten matices, sino una condena contundente como lo hacen los hombres y mujeres de buena fe del mundo.
Y en tanto su gobierno se desmorona por tantas renuncias y relevos, fiel a su estirpe, Trump parecería estar más preocupado por indultar a Joe Arpaio, ex sheriff de Arizona que se distinguió por violar derechos fundamentales de migrantes mexicanos y fue encontrado culpable de desacato judicial, que en proponer una política pública a favor de la igualdad e integración del pueblo americano…
Pero no hay sorpresas y no podríamos esperar otra conducta cuando el padre de Trump fue integrante del Ku Klux Klan y, como empresario constructor, negaba a los afroamericanos la adquisición de vivienda en sus edificios.
Y es que los buenos principios y valores se enseñan y aprenden en el hogar… Bien dijo Obama: Nadie nace odian do a otra persona por el color de su piel, o su origen o su religión.
Como ciudadana estadunidense y migrante de piel morena, renuevo mis bríos para seguir pugnando en favor de la igualdad. Me inspiro en los ex presidentes Bush, auténticos amigos de los
mexicanos, quienes expresaron: EstadosUnidos siempre debe rechazarla in tolerancia racial, el antisemitismo y el odio en todas sus formas.
Sin embargo, la lucha es compleja, pues la ola de intolerancia y fanatismo se extiende por el planeta, como fue en La Rambla de Barcelona, donde 13 personas fallecieron y decenas resultaron heridas por un atentado terrorista de ISIS. Pero mientras logremos unirnos y cerrar filas sólidamente, más pronto triunfaremos quienes creemos en la fraternidad y solidaridad de la especie humana…