“El deshumorizador”
l senador estadunidense Al Franken acaba de sacar un libro más en su muy impresionante carrera. No habló solo de sus logros políticos, que no son pocos, sino de sus éxitos como humorista, siendo, sin la menor duda, una de las primeras voces cantantes de Saturday Night Live.
La más reciente publicación de este gran personaje, quien tiene una similitud física tal a Sergio Sarmiento que ya se lo han llegado a preguntar en varias ocasiones, se llama El gigante del Senado y es verdaderamente un viaje fascinante de la difícil transición de la comedia política a la política en sí, narrándonos secretos de lo que sí y lo que no puede hacer una persona normal en el ecosistema de los servidores públicos de su país, y provocándome a mí, y supongo que a cualquier otro lector mexicano que se tope con esta divertida crónica, la curiosidad de ¿qué tan diferentes somos?
La respuesta me quedó muy clara cuando llegue a un capítulo llamado “El deshumorizador”. En eso somos idénticos. Por supuesto, nuestros manejos políticos y de comedia son absolutamente diferentes, pero las tácticas para descalificar al prójimo suelen ser idénticas. Son tan sencillas como sacar de contexto las cosas a tal grado que cualquier cosa puede y debe ser tomada con total solemnidad en la guerra por los escaños.
“¿Ustedes quieren a un hombre que aboga a favor de tener sexo con los animales y promueve el coito con cualquiera que se le cruce enfrente?”, decían los spots de los rivales del comediante convertido en candidato durante su primera campaña. Se referían a un articulo llamado “Pornorama”, hecho años atrás para Playboy en tono de sátira que por supuesto lo que hacía era ridiculizar precisamente todo eso. Pero no es necesario leer el tono de lo que uno dice, mucho menos si es en comedia, cuando lo que se busca es atacar a alguien con una o dos frases sacadas por completo del mundo cómico y acomodándolas en un spot de 30 segundos de televisión con el título, “Quieren que el hombre que escribió esto esté a cargo de la educación de sus hijos”. O con una voz siniestra que decía “Al Franken promueve la bestialidad, ¿de verdad quieren eso en el congreso?”. El aún Senador dice que por esa repasada por “El deshumorizador” su suegra lloró semanas enteras, aunque sabía que el padre de sus nietos nunca había tenido sexo con animales.
Ahora. Al Franken es egresado de Harvard y un hombre brillante. Nosotros hemos tenido nuestra serie de “comediantes” que han buscado y logrado escaños. ¿Quiéren hacer el mismo ejercicio con… no sé… Carmen Salinas? O ya mejor la dejamos ahí y les recomiendo que lean el libro. Es muy interesante, divertido y explica mucho de lo que pasa en las campañas. Acá y allá.
¡Qué alguien me explique!