EROTISMO Y TRANSFORMACIÓN EN LENGUA INDÍGENA A TRAVÉS DE “PIEL OSCURA” P
Por: Roberto Carson iel Oscura - Guidiladi Yaase (Editorial El Zanate, 2017) es un libro de cuentos eróticos escrito por el monclovense Astor Ledezma, a quien conocí en Monterrey en el verano del 2015 durante los días de una beca literaria auspiciada por el ISSSTE. En el hotel había una mezcla de artistas visuales, bailarines, usuarios del performance y quienes suponíamos, eran poetas. Para entonces, algunos de los seis relatos que se incluyen en la publicación ya habían aparecido en revistas electrónicas y en la antología del Premio Nacional de Cuento de Diversidad Sexual de Guadalajara. Una tarde, mientras se iba el día caluroso y entraba el bochorno de la noche, Astor nos leyó un fragmento. ‘Piel Oscura’ culminó como parte del PECDA (Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico) durante el mismo año. “Es un proyecto enfocado en la creación de personajes afectados por trastornos mentales en la estructura tanto neurótica, psicótica y perversa”, describió Ledezma. Sin embargo, con el tiempo los cuentos se acomodaron bajo el estudio de mentes torcidas y entes sexuales, temas que resonaron con mayor fuerza en Astor. En ese momento no había reglas ni esperanza, supo que el libro sería publicado pero asegurarlo aún era un hecho distante. La respuesta llegó más tarde desde Juchitán, Oaxaca, al otro lado de México. La editorial El Zanate, enfocada en preservar el lenguaje zapoteco del Istmo de Tehuantepec, contacó a Ledezma luego de encontrar en sus cuentos una voz que pudiera representar lo que sería la única obra erótica en zapoteco. De esta manera, Piel Oscura cumple con la dualidad de ser una representación de la sexualidad moderna y a su vez, ser pionera del erotismo en lengua zapoteca. El libro fue traducido por el poeta Elvis Guerra, quien trabajó con Astor en cada oración para emparejar la fuerza literaria en ambas lenguas. Perversión sexual, rama que Ledezma adoptó para hilvanar cada uno de los seis episodios de su libro, tuvo una primera transformación bajo la calidez de la lengua indígena, preservando un mensaje a través de dos códigos. Piel Oscura vio la luz en Juchitán y luego dos veces más en Monclova, construyendo un puente entre escritores y lectores de ambos extremos del país. Después, quienes leyeron la obra de Ledezma, respondieron ante el tono de los cuentos con fotografías ‘sensuales’ que enviaron al autor. Instantáneas ‘traviesas’ de mujeres posando con el libro en posiciones sugerentes, acompañadas en ocasiones de mensajes lascivos y ‘coquetos’. La serie de imágenes dio paso a una segunda transformación, cuando el artista Ramsés Valero, residente en Saltillo, solicitó a Ledezma fusionar visiones con la finalidad de crear un proyecto multidisciplinario. Así, el 26 de junio nació la exposición fotográfica de ‘Piel Oscura’ en Casa Alameda. La obra es ejemplo de una consecuencia de nuestros tiempos, cuando una publicación no es el único medio de exposición viable y un trabajo literario, basado en su solidez, puede expandirse hacia otras disciplinas. El tiraje inicial fue de 500 copias, algunas de ellas se repartieron en salas de lectura y los demás fueron vendidos. Esta edición cuenta con el prólogo de Esteban Ríos Cruz, uno de los poetas indígenas más reconocidos del país.