El arte de sentirse en paz con uno mismo
Sensaciones. En los Yoga Sutras, el sabio Patanjali sentencia una máxima para el bienestar propio: “A partir del contentamiento se obtiene la máxima felicidad”
Como siempre recordamos en este espacio, yogaesmuchomásquesoloasanas.Lasochoramas del árbol yóguico conducen a la liberación de la conciencia o Samadhi, y cada rama representa una etapa del camino de realización personal. Hoy hablaremos de la segunda rama o Niyamas, quecultivanlaclaridadinterior,laautodisciplina y la fuerza mental, es decir, normas de auto control o códigos de conducta personal.
De los cinco niyamas, el segundo es Santosha. Sam,ensánscritosignificacompletoototalyTosha,significaalegría,aceptación,estaragusto.Santosha, entonces, es alcanzar la completa o plena satisfacción o contentamiento. La capacidad de aceptar lo que es como es, sin juicio, puede confundirse con resignación o apatía, pero en realidad “el contentamiento solo puede nacer de una profunda conexión con el Amor, que hace que todo lo demás sobre”.
Y la aceptación de las cosas como son empieza con uno mismo y puede iniciar en la práctica de yoga, cuando en una postura aceptamos nuestros límites, nuestra aversión a la incomodidad o nuestro deseo de ser “perfectos”.
“Piensa en tu práctica de yoga como una pequeña simulación de la vida… Da la bienvenida a cadadesafío,yaquetehacenmásfuerteparaelsiguiente y hacen que las mejores partes sean aún mejores. Ámate cuando te sorprendas tratando de huir de las sensaciones, adórate cuando pierdas el equilibrio y vuelvas a la pose. Eres hermosamente humano esforzándote por ser mejor”.
Santosha puede cultivarse con estas tres asanas:
La posición asociada con Santosha es Setu Bandha Sarvangasana, la postura del Puente que calma la mente, brinda comodidad al sistema nervioso, alivia los síntomas de depresión, estrés y ansiedad, y libera las emociones negativas del cuerpo.
Otra pose que puede ayudarnos es Garudasana, la postura del Águila. La postura demanda muchafuerzaenlaspiernas,equilibrioyconcentración. Observa con aceptación la incomodidad que puede surgir al practicarla.
Ustrasana, la postura del Camello, es una pose de flexión hacia atrás que abre el pecho y con él, Anahata, el chakra del corazón. Encontramos aquí la capacidad de empatizar con el otro y de sentir compasión por uno mismo y el entorno. Además conduce al conocimiento de la presencia divina en toda la creación, a la unicidad con el corazóndeluniverso,dondetodoesgozoydonde todo es perfecto como es.
(Con información de eyoga.com.ar, siddhiyoga. com y yogaalloy.com)*