El escándalo de Lorena Meritano
Tenemos que hablar del escándalo de Lorena Meritano porque es dolorosamente revelador, porque es algo que ya no podemos permitir, porque por eso luego pasa lo que pasa con millones de mujeres.
Lorena es una mujer con una carrera espectacular, gran actriz, bellísima modelo, excelente conductora. Desde hace muchos años la hemos gozado en infinidad de series y telenovelas lo mismo en Argentina que en Colombia y, por supuesto, en México.
Vamos de Prisionera de amor a La bella y las bestias pasando por Pasión de gavilanes, Ecomoda, Mujeres asesinas, Chepe Fortuna y más, muchos títulos más. Lorena es amada y respetada por millones de personas en todo el continente americano que nos unimos en oración cuando tuvo cáncer.
Hace unos cuantos días, la señora Meritano se fue a la playa y publicó fotos y videos de su experiencia acompañándo
Valdría la pena reflexionar sobre el daño que hace el (mal) periodismo
alvaro.cueva@milenio.com los con bellísimas reflexiones sobre lo que una mujer sin maquillaje ni filtros puede decir sobre la vida, la autoestima y la importancia de amar su propio cuerpo.
Hasta aquí todo iba bien. ¿Pues qué cree que pasó? Muchas personas y una cantidad espeluznante de medios de comunicación se le fueron encima y la atacaron con una crueldad enferma.
La acusaron, con un rencor insólito, de verse mal, de usar un traje de baño que no le favorecía y de exhibir su celulitis, sin mencionar otras tantas aberraciones.
¿Se da cuenta de lo que le estoy diciendo? ¿Qué clase de consumidores de contenidos y de medios de comunicación tenemos en Latinoamérica como para violentar así a un ser humano?
Y digo ser humano porque si utilizo conceptos como mujer, sobreviviente de cáncer, personaje inspirador y líder en la lucha por la recuperación de la autoestima, la cosa se pone peor.
Ahora que tantas cosas se están corrigiendo, bien valdría la pena reflexionar sobre el daño que el (mal) periodismo del corazón (que en México llamamos periodismo de espectáculos), le está haciendo a la sociedad. ¿O usted qué opina?