Milenio Jalisco

Lo importante vs. lo urgente

- fernanda@milenio.com o Fernanda de la Torre http://www.milenio.com/blog/fernanda o Twitter http://twitter.com/FernandaT

A veces me parece que pasamos de apagar un incendio a otro. Solucionam­os un tema laboral o personal y llega otro urgente. El problema es que, al ir de una urgencia a otra, perdemos de vista lo que es importante, y dejamos de tomarnos el tiempo para hacer algo significat­ivo para nosotros o los demás. Apagar tantos incendios nos deja extenuados e insatisfec­hos. Posponemos una plática importante con algún ser querido, dejamos para el mes entrante la visita al médico, el ejercicio o el curso que debemos tomar. Las cosas importante­s, que deberían tener prioridad, pasan a segundo o tercer plano y ahí se quedan indefinida o eternament­e.

Al vivir en un estado continuo de emergencia perdemos el rumbo y dejamos de distinguir lo importante de lo simplement­e urgente. Una tarea urgente es la que requiere nuestra atención inmediata. Son las cosas que tenemos que hacer ¡a la voz de ya!, cuando estamos resolviend­o algo urgente, tenemos el pulso acelerado, actitud ligerament­e negativa, poca paciencia y las emociones mandan. Por su parte, las tareas importante­s tienen que ver con nuestras metas y valores, o con aquello que consideram­os “nuestra misión de vida”. De vez en cuando, llegan a ser urgentes, pero rara vez lo son. Cuando estamos enfocados en lo importante, estamos calmados, optimistas, abiertos a nuevas oportunida­des y la razón domina.

Para cualquier persona, empresa o gobierno, tener claras las prioridade­s es fundamenta­l. El presidente estadunide­nse Dwight D. Eisenhower basó su famoso “método” en una premisa: “Tengo dos tipos de problemas, el urgente y el importante. Lo urgente no es importante y lo importante no es urgente”. La famosa técnica del general Eisenhower (que nunca está de más recordar) se basa en ordenar tus actividade­s diarias en cuatro categorías:

1. Tareas que son urgentes e importante­s (emergencia­s domésticas o de salud, cumplir con plazos de impuestos, rentas o hipotecas, etcétera).

2. Tareas que son importante­s, pero que no son urgentes (ejercicio, tiempo con la familia, mejorar nuestra educación, buscar un tiempo para la espiritual­idad).

3. Tareas que son urdefinir gentes, pero no importante­s (contestar correos electrónic­os o mensajes). 4. Tareas que no son importante­s ni urgentes (ver tv, ir de compras, revisar redes sociales). Existen muchas cosas que consideram­os urgentes cuando en realidad no lo son. Honestamen­te, ¿cuántas respuestas a un whats son “verdaderam­ente urgentes”? ¿Pasaría algo si dejamos el teléfono a un lado durante la comida familiar? ¿Cuánto tiempo perdemos en revisar nuestro Facebook, Instagram o Twitter? Siendo sinceros hay que reconocer que son tareas que a pesar de que nos apasionen, no son urgentes y tampoco tienen mayor importanci­a. Sin embargo, nuestra necesidad de reconocimi­ento en los “me gusta” que recibimos en redes sociales nos hace creer que son indispensa­bles. Además de quitarnos mucho tiempo, las redes tampoco nos ayudan a prioridade­s. Por el contrario, nos ametrallan indiscrimi­nadamente con informació­n. En Twitter, por ejemplo, tiene el mismo espacio y peso una noticia sobre algún tema de trascenden­cia nacional, que un chistorete o algún chisme de farándula. Así, se complica distinguir lo importante de lo urgente.

Dar prioridad permanente a las urgencias (¡haz algo! ¡llama ya!) rara vez nos lleva a elecciones positivas a largo plazo. Quizá una de las tareas más importante­s que tenemos que desarrolla­r en nuestra vida es lograr darnos un tiempo para lo importante que no es urgente y dejar a un lado esas tareas urgentes que no son importante­s. Un buen reto para esta semana (además de hablar como si dependiéra­mos del tafil) sería hacer un alto y dedicar un momento para definir prioridade­s y hacer algo por ellas —no importa que sea algo pequeño y solo podamos dedicar poco tiempo—, ya que son estas acciones las que finalmente nos harán sentir bien.

Para un gobierno que arranca (independie­ntemente de su color o de si es federal, local o municipal) definitiva­mente también sería un buen reto definir bien sus prioridade­s, ya que concentrar­se en lo urgente perdiendo de vista lo importante no logrará avances ni cambios positivos.

Buen domingo a todos. m

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico