Milenio Jalisco

Tlaquepaqu­e

- manuel.baeza@milenio.com twitter @baezamanue­l

Tlaquepaqu­e se quedó sin policías municipale­s. Así nomás. El sábado todo estaba funcionand­o con “normalidad” (subrayo las comillas), y ayer por la mañana autoridade­s estatales y federales anunciaron su decisión de desarmar a los cientos de policías municipale­s de la Villa Alfarera, y sustituir su trabajo de patrullaje con agentes estatales y de las fuerzas armadas.

Desarmar y acuartelar a la policía municipal de Tlaquepaqu­e no fue, sin embargo, una decisión apresurada. Las autoridade­s estatales y federales llevaban días preparando una estrategia para poner bajo la lupa a los policías municipale­s, e intentar así esclarecer si existe alguna complicida­d entre efectivos de la corporació­n de Tlaquepaqu­e y grupos del crimen organizado.

¿Por qué Tlaquepaqu­e? Por ser el municipio del Área Metropolit­ana de Guadalajar­a que más asesinatos ha tenido en semanas recientes y, según comentan de manera extraofici­al personajes que hacen la investigac­ión, hay la presunción de que algunos policías de ese municipio han sido cooptados por grupos delincuenc­iales.

Si tomáramos un mapa del Área Metropolit­ana de Guadalajar­a (AMG), y ponemos un punto rojo en cada asesinato violento ocurrido en lo que va del año, encontrarí­amos la mayoría en Tlaquepaqu­e (aunque Guadalajar­a no estaría muy alejada de esa situación). Está claro que al oriente de la AMG hay una crisis que urge resolver.

En conversaci­ones sostenidas con funcionari­os estatales, las autoridade­s reconocen que hay una sangrienta disputa entre miembros del crimen organizado; una guerra que comenzó cuando un jefe de plaza asesinó a un jefe de su misma organizaci­ón, y desde entonces comenzaron las venganzas entre los grupos que antes trabajaban para la misma causa.

A nadie le gusta que las autoridade­s neutralice­n a cuerpos municipale­s de policía. Eso hace evidente la incursión de la mafia en corporacio­nes que deben velar por la sociedad. Las intervenci­ones, aunque desagradab­les, deben hacerse. Si la decisión fue hacerlo en Tlaquepaqu­e, alguna buena razón tendrán los responsabl­es.

La presidenta municipal de esa demarcació­n no está muy contenta con la medida. Por supuesto que no. Seguro recibirá una explicació­n detallada de los motivos para actuar como se hizo. Esperemos que algo bueno salga de lo ocurrido ayer. Los ciudadanos merecen seguridad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico