Guerrero arde y a ningún precandidato le importa
Antier, en el infierno que es el estado de Guerrero, aparecieron siete cuerpos desmembrados dentro de bolsas en Chilapa. Cuatro días antes, una mujer y su pareja fueron encontrados degollados. Al lado de ellos una hielera contenía a su hijo recién nacido. El niño, por suerte, sobrevivió.
En Acapulco el crimen organizado cobra derecho de piso hasta en escuelas.
En Chilpancingo, la capital, toda la policía municipal está acuartelada desde hace semanas: se les investiga por desaparecer a jóvenes y entregarlos al crimen organizado. Tal y como hicieran policías de Iguala hace cuatro años.
A la par, el alcalde con licencia de Chilpancingo y el gobernador se acusan mutuamente. Según Marco Leyva, el alcalde, su ahora ex secretario de Seguridad Pública, Esteban Espinoza, quien hoy es investigado por las desapariciones, no pasó nunca ningún control de confianza pero no lo podía correr. Llegó impuesto por el gobernador.
Después de que Espinoza renunciara hace dos semanas, Leyva dijo recibir comunicaciones privadas en las que el subsecretario municipal de Seguridad Pública pactaba con el crimen organizado para secuestrar a sus familiares como represalia.
Por su lado, Héctor Astudillo, el gobernador, acusa a Leyva de desfalcar al municipio y dejarlo en bancarrota. Alcalde y gobernador, por cierto, militan en el mismo partido.
Además hay que recordar que Guerrero lleva una década bajo operativos federales, que incluyen Policía, Ejército y Marina. Astudillo anunció en estos días que se iniciará un enésimo operativo para intentar disminuir la violencia.
Mientras esto sucede, José Antonio Meade graba un video en un coche en Ciudad de México y descubre que está congestionada. Ricardo Anaya sonríe y toca la guitarra. Y Andrés Manuel López Obrador acusa a un empresario de querer robarle la elección.
Hace dos años cerré una columna diciendo que Guerrero era un estado fallido. Lo repito en 2018, pero con mayor tristeza: a juzgar por lo que se ve en las campañas, el estado no tiene salvación próxima.