Un documental sobre gitanos en México
21 años de fotografías y videos sobre los Ludar, establecidos en el país
DRedacción/Pachuca urante el VIII Festival Internacional de la Imagen (FINI), organizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), el fotógrafo Lorenzo Armendáriz presentó el documental “Este México lo conocemos mejor que el mapa”, que realizó en colaboración con la Secretaría de Cultura y que ahonda en 21 años de fotografías y videos sobre los Ludar, un grupo de gitanos que se estableció en México.
El documental se proyectó en el Centro Cultural Universitario “La Garza”, donde explicó que este material audiovisual narra la historia de un grupo de gitanos en México, los Ludar, que llegaron de Rumania, Bosnia y Turquía.
El fotógrafo especializado en grupos étnicos mencionó que el trabajo tiene una gran variedad de formatos, ya que cuenta con grabaciones de 1995 a 2016, de forma que se documentan 21 años de este grupo en México.
En la cinta la audiencia puede adentrarse a las actividades cotidianas de los Ludar, que han girado siempre en torno al cine y el teatro ambulante.
Para la realización de la obra, Lorenzo Armendáriz obtuvo una beca de la Secretaría de Cultura, con cuyo apoyo económico fue posible editar, musicalizar y hacer las entrevistas que aparecen en el video, como la de David Yovani Mitre “El negro”, quien cuenta la historia de sus antepasados que llegaron a México desde Rumania, y una vez en territorio nacional, su familia se dedicó a hacer teatro y cine para sobrevivir.
Relata que en México hay cuatro familias pertenecientes a los Ludar, como los que se apellidan Yovani, Marcovich y Costich, quienes fueron pioneros del cine mudo mexicano. También revela aspectos sobre la cultura, usos y costumbres del grupo.
Se detalla, por ejemplo, que los Ludar se adhirieron a la religión católica, por lo que celebran el día de la Virgen de Guadalupe de manera muy peculiar. De igual forma, muestra rituales como los bautizos dobles: por la iglesia y otro que consiste en que los padrinos corten el cabello al bautizado, para que después, cuando sea mayor, se le entregue el mechón que le cortaron.
Los entrevistados narran también que han pasado por momentos difíciles como cuando hay ciclo- nes, pues al ser nómadas, tienen que refugiarse en sus carros e ir de un lado a otro.
Se revela que los Ludar no envían a los niños a la escuela, sino que ellos aprenden a leer y escribir por cuenta propia y se ayudan entre ellos. Adicionalmente, adquieren responsabilidades y a ser cantantes, artistas, mecánicos, eléctricos, entre otros oficios.
Ellos veneran las bodas porque simboliza que habrá una nueva familia que aporte al trabajo teatral o circense. Entre los Ludar, las mujeres se casan entre 17 y 18 años. “Entre nosotros el matrimonio es sagrado. Nos casamos y hasta que la muerte nos separe”. Los familiares les dan a los recién casados un “dote” o dinero en efectivo.
El documental deja ver que para los Ludar no existe el estudio, todo es a base de práctica. “Es un don que Dios nos ha mandado porque no todos saben hacer reír a la gente. Hacemos felices a la gente, la ayudamos a que se salga un poco de sus problemas”, se refiere en el documental.
El trabajo de Lorenzo Armendáriz deja ver cómo estas familias de gitanos van de ciudad en ciudad para pedir permisos a las presidencias municipales y buscar un terreno para instalar la carpa del circo.