“Por conciencia”, Pence no dará su voto a Trump
Freire Gomes dijo que si se intentaba tal maniobra tendría que arrestar al presidente Carlos de Almeida Baptista Excomandante de la Fuerza Aérea de Brasil
EL EXVICEPRESIDENTE señala que tiene “profundas diferencias” con el magnate para respaldarlo de cara a las elecciones de noviembre; no es sólo por el asalto al Capitolio, dice
Las declaraciones de los comandantes agravan la situación legal de Bolsonaro, en un momento en que los fiscales buscan posibles vínculos entre el dirigente de ultraderecha y los disturbios del 8 de enero de 2023 que provocaron destrozos en edificios del gobierno en Brasilia una semana después de la juramentación de Lula.
Según un informe de la policía federal, el excomandante del ejército Marco Antônio Freire Gomes declaró que él y otros jefes militares asistieron a varias reuniones imprevistas en el palacio presidencial después de la segunda vuelta de las elecciones de 2022 “en que el entonces presidente Jair Bolsonaro ofreció posibilidades de usar herramientas legales... con respecto al proceso electoral”.
Freire dijo que en una de las reuniones, Bolsonaro dijo a los tres comandantes del Ejército y a su entonces secretario de Defensa, que quería crear una comisión para “investigar la confirmación y la legalidad del proceso electoral”. Añadió que podrían utilizar otras herramientas, como emitir un decreto de Estado de excepción.
Freire Gomes señaló que rechazó la idea desde el principio y que dijo a Bolsonaro que una acción de ese tipo “podría terminar en la responsabilidad jurídica del entonces presidente”, y que “siempre dejó claro que no había posibilidad de revertir el resultado de las elecciones desde el punto de vista militar”.
Mike Pence, quien fue vicepresidente de Estados Unidos en el Gobierno de Donald Trump durante cuatro años, de 2017 a 2021, anunció este viernes que no respaldará a su antiguo jefe de cara a las elecciones de noviembre.
“No debería caer como una sorpresa que no apoyaré a Donald Trump este año”, expresó en entrevista en la cadena Fox News, en la que apuntó que, “de buena fe”, no puede darle su apoyo.
Pence presentó en junio de 2023 su propia candidatura para las presidenciales del 5 de noviembre, pero suspendió su campaña en octubre del año pasado, en medio de pésimos números en los sondeos, asegurando que no era su momento.
Trump ganó esta semana suficientes delegados para hacerse matemáticamente la nominación republicana, por lo que espera que su partido lo proclame entre el 15 y 18 de julio como candidato para enfrentar al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones generales.
“Durante mi campaña dejé claro que había profundas diferencias entre nosotros en una serie de ámbitos, y no sólo en el ejercicio de mis deberes constitucionales el 6 de enero” de 2021, dijo Pence en referencia al ataque al Capitolio.
“Donald Trump está persiguiendo y articulando una agenda que está en desacuerdo con la agenda conservadora en la que gobernamos durante nuestros cuatro años. Por eso no puedo, en conciencia, apoyar a Donald Trump en esta campaña”, añadió.
Sostuvo que ha visto a Trump alejarse del compromiso de hacer frente a la deuda nacional, de su compromiso con la “santidad de la vida humana”, de mostrarse duro con China y apoyar los esfuerzos para forzar la venta de TikTok.
Pence rompió públicamente con el expresidente por su papel en los disturbios del 6 de enero de 2021, al asegurar que Trump lo presionó para ayudarle a revertir su derrota en las elecciones de 2020 contra Joe Biden, atacándolo repetidamente en redes sociales por no estar de acuerdo con sus planes.
Ese día, Pence, que como vicepresidente supervisaba en el Congreso la certificación de la victoria electoral del demócrata, se negó a seguir las indicaciones de Trump para retrasar o detener los resultados del Colegio Electoral que daban la victoria a Biden, lo que le valió una airada reprimenda durante los disturbios, cuando algunos alborotadores gritaron: “Cuelguen a Mike Pence”.
Pence dijo durante la campaña presidencial que su vida corrió peligro ese día, e instó a los votantes de las primarias republicanas a no elegir a Trump como candidato a la Casa Blanca este año.
Otra precandidata republicana, la exembajadora de EU ante la ONU, Nikki Haley, tampoco le dio su apoyo cuando se retiró de la contienda a principios de mes, tras su derrota en el supermartes, y aseguró que Trump tendría que ganarse a quienes votaron por ella. El magnate sí tiene en cambio el respaldo general del partido y de sus líderes en el Congreso.