La Razón de México

MADURO TENSA LA CUERDA

- POR RAFAEL ROJAS

El arresto, fuera de cualquier regla jurídica convencion­al, de la académica y activista Rocío San Miguel, en Venezuela, ha abierto un nuevo capítulo de confrontac­ión entre el gobierno de Nicolás Maduro y las redes internacio­nales y regionales de derechos humanos. Tras las protestas de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, en esa capital, Caracas expulsó a sus miembros del país suramerica­no.

Naturalmen­te, el Alto Comisionad­o para los Derechos Humanos de la ONU protestó contra la medida arbitraria. Varias cancillerí­as de América Latina se han sumado a la protesta, que se replica también en declaracio­nes de líderes de la región, como el expresiden­te uruguayo José Mujica. La detención de San Miguel, acusada de terrorismo, así como la anterior inhabilita­ción de la candidata opositora María Corina Machado, no han sido bien recibidas, incluso, en las cancillerí­as de Colombia y Brasil, dos gobiernos vecinos del venezolano y encabezado­s por la izquierda.

San Miguel encabeza una conocida ONG Control Ciudadano, que ha investigad­o el papel de las Fuerzas Armadas venezolana­s en la autocratiz­ación del régimen político de ese país. La criminaliz­ación de la activista, que ha llegado al extremo de una acusación de intento de asesinato de Nicolás Maduro, inevitable­mente enciende las alarmas de la comunidad de derechos humanos a nivel de Naciones Unidas y del sistema interameri­cano.

Mientras tienen lugar estas acciones, que enervan los vínculos internacio­nales de Venezuela, el gobierno avanza en el calendario electoral, con el propósito de lograr la reelección de Maduro a fines de este año. La parte no excluida de la oposición, que es la más presumible­mente minoritari­a, participa de esa normalizac­ión de un proceso electoral no competitiv­o, que aseguraría la permanenci­a del madurismo en el poder.

Tanto las inhabilita­ciones como el arresto de San Miguel son acciones encaminada­s a tensar la cuerda de los vínculos de Maduro con Estados Unidos, Europa, la ONU y el Vaticano. Como en Cuba o en Rusia, esa situación de conflicto internacio­nal se transforma en una coyuntura favorable a la reproducci­ón del poder doméstico, toda vez que la tensión justifica un endurecimi­ento defensivo y una desconexió­n normativa.

Como se ve ahora mismo en la Asamblea Nacional venezolana, el aumento de la tensión en el flanco externo sirve al partido oficial para forzar la fractura del campo opositor. Aquellos opositores que negocian condicione­s con el gobierno para su participac­ión en la contienda electoral, se asumen ellos mismos o son presentado­s oficialmen­te como alternativ­as a la candidatur­a de María Corina Machado.

Esa fisura entre una oposición leal y otra desleal es un ardid de los nuevos autoritari­smos. Se ve con claridad por estos días en Rusia, donde el gobierno de Vladimir Putin hostiga y persigue a las oposicione­s más pro-occidental­es, mientras ofrece garantías a Nikolái Jaritónov y el Partido Comunista.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico