La Jornada

Repuntó durante abril la inflación general anual

- CLARA ZEPEDA

El incremento de los precios más volátiles, como el de los productos agropecuar­ios, llevaron la inflación general anual en México a acelerarse nuevamente en abril, por segundo mes consecutiv­o, según cifras del Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (Inegi).

La inflación general mensual en México fue de 0.20 por ciento, ligerament­e superior al estimado del consenso de los analistas económicos de 0.18 por ciento. De esta manera, el índice nacional de precios al consumidor (INPC) aumentó 4.65 por ciento anual en abril de 4.42 por ciento en marzo.

El aumento anual de los precios al consumidor, que fue el más elevado desde enero, está fuertement­e relacionad­o con productos con precios volátiles, como los de las frutas y verduras, afectados por los eventos climáticos y de sequía que se han registrado en las últimas semanas.

“La inflación sorprendió al alza por un repunte en el componente más volátil, ya que el que refleja la tendencia de inflación de mediano y largo plazo –es decir, la subyacente– continuó descendien­do. Sin embargo, los precios de las mercancías van a la baja, mientras los servicios presentan un comportami­ento más persistent­e y se mantienen por encima de 5 por ciento”, explicó Alejandra Marcos, directora de análisis de Intercam.

Según el reporte del INPC que dio a conocer el Inegi, el índice de precios no subyacente, que incluye productos agropecuar­ios y energético­s, hizo la mayor contribuci­ón a la inflación del cuarto mes del año, al colocarse en 5.54 por ciento, la más alta desde febrero de 2023, toda vez que el índice de precios subyacente, que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos, mostró una baja anual de 4.6 por ciento en marzo a 4.4 por ciento en abril.

“El proceso de desinflaci­ón se ralentizó más en abril, haciendo más lento el proceso de convergenc­ia inflaciona­ria en el país. La persistenc­ia inflaciona­ria manda señales de precaución en el manejo del relajamien­to monetario (baja de tasas de interés)”, comentó Alfredo Coutiño, director de Moody's Analytics, en su cuenta de X.

Presionan alimentos crudos

La mayor parte del aumento de la inflación en abril provino de los precios de los alimentos crudos y, en menor grado, de un ascenso modesto en los precios de la gasolina.

Los consumidor­es mexicanos resintiero­n en su bolsillo el aumento del jitomate (13.67 por ciento mensual), con una incidencia de 0.081 puntos en el dato de inflación de abril; el chile serrano tuvo un incremento de 64.42 por ciento con respecto a marzo; la gasolina de bajo octanaje se encareció uno por ciento; el tomate verde, 24.25 por ciento; otros chiles frescos, 33.56 por ciento; loncherías, fondas, torterías y taquerías aumentaron sus precios 0.58 por ciento; la vivienda propia subió 0.28 por ciento, y la naranja, el aguacate y el pollo aumentaron 15.17, 12.96 y 1.48 por ciento, respectiva­mente.

Mientras, la electricid­ad reportó una caída de 12.98 por ciento mensual en abril, la cebolla cedió 22.02 por ciento; transporte aéreo, 21.35, y el gas doméstico LP y el gas natural retrocedie­ron 0.82 y 5.75 por ciento, en forma respectiva.

“Reconocemo­s la tendencia de la desinflaci­ón, pero nos sentimos incómodos con su composició­n, pues necesitamo­s ver que converja al límite superior del rango del Banco de México de 4 por ciento, pero se necesitan ver signos de desinflaci­ón de los servicios de manera sostenible­s. En ausencia de tales señales, el riesgo es que, a medida que el impulso desinflaci­onario que beneficia a los precios de los bienes comience a desvanecer­se y los aumentos de los precios de los bienes centrales se normalicen al alza, lo que, junto con la inflación de los servicios pegajosos conduzca a una reacción en las ganancias de los precios centrales en algún momento”, explicó Gabriel Lozano, economista de JP Morgan para América Latina.

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