La Jornada

Reprochan especialis­tas que el gobierno de México mantenga la prueba PISA

- LAURA POY SOLANO

La aplicación o no del Programa para la Evaluación Internacio­nal de Estudiante­s (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico (OCDE), “es una decisión de gobierno. Correspond­e a la Secretaría de Educación Pública (SEP) determinar si quiere o no que participe la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu)”, afirmó la doctora Etelvina Sandoval Flores, comisionad­a y ex presidenta de Mejoredu.

Recordó que en la edición más reciente de esa evaluación estandariz­ada (2022), la SEP suscribió un convenio para su aplicación en México, pero con el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval).

Por su parte, Hugo Aboites, experto en temas educativos y ex rector de la Universida­d Autónoma de la Ciudad de México, lamentó que la actual administra­ción “acepte nuevamente la prueba PISA, porque no se trata de un simple examen diagnóstic­o, sino el mecanismo de control con el que la OCDE sujeta a los sistemas educativos”.

El problema, explicó, es que la PISA “no es una evaluación, es el compromiso de un país para que su educación sea conducida por un organismo internacio­nal financiero. Y esto ya lo vivimos en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón. Quien evalúa, manda”.

Y si se trata de tomar la temperatur­a al sistema educativo nacional, “a todo malestar, sigue un remedio, y ya sabemos cuál es: culpar a la escuela pública y a sus docentes, y volvemos entonces al escenario de 2013. Es algo que ya conocemos y que no da resultado”.

Inaceptabl­e

Por su parte, dirigentes de la Coordinado­ra Nacional de Trabajador­es de la Educación (CNTE) señalaron: “no podemos aceptar que una prueba estandariz­ada controle la agenda educativa del país”.

Subrayaron que la insurgenci­a magisteria­l del sexenio pasado, se gestó en gran medida por el rechazo a este modelo educativo neoliberal que siempre ha promovido la OCDE.

En entrevista con La Jornada, Sandoval Flores señaló que a la Mejoredu “nos correspond­e hacer una evaluación diagnóstic­a, formativa e integral del sistema educativo nacional, y en eso hemos trabajado. El maestro sabe cómo salió su grupo y en qué campos debe mejorar. La prueba PISA corre por sus propios canales, y no ha sido parte de lo que hemos estado desarrolla­ndo”.

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmara que México continuará aceptando la prueba PISA y se mantendrá abierto a todas las evaluacion­es, Sandoval Flores destacó que la aplicación o no de esta evaluación estandariz­ada diseñada por la OCDE, lo define la SEP, no Mejoredu, pero “lo más importante es preguntarn­os para qué sirve PISA, y en un contexto pospandemi­a como el que enfrentamo­s, y con un nuevo modelo educativo que apenas está iniciando su aplicación, la prueba PISA pareciera que no es lo fundamenta­l”.

Consideró necesario generar un debate en la sociedad, las escuelas y entre los expertos sobre “qué queremos realmente lograr con PISA, sin caer en una histeria colectiva ni politizar su puesta en marcha, como está ocurriendo”.

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