La Jornada

Inauguran Lula y Macron primer submarino de un proyecto franco-brasileño

- AFP ITAGUAÍ

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su par francés, Emmanuel Macron, celebraron ayer la asociación estratégic­a entre sus dos países al inaugurar un submarino franco-brasileño cerca de Río de Janeiro.

En el segundo tramo de una visita de tres días a Brasil, Macron y Lula se reunieron en el astillero naval de Itaguaí para el lanzamient­o de un submarino de propulsión convencion­al fabricado con cooperació­n francesa.

El sumergible Tonelero fue bautizado con el golpe de una botella de espumante por la esposa del mandatario brasileño, Rosangela da Silva, Janja.

Los dos jefes de Estado subrayaron la importanci­a de esa asociación en un mundo marcado por guerras y perturbaci­ones globales. “Va a permitir que dos países importante­s, cada uno en un continente, se preparen para convivir con esa diversidad sin preocuparn­os por ningún tipo de guerra porque somos defensores de la paz en todo momento de nuestra historia”, expuso el presidente brasileño.

Macron evocó una “misma visión de mundo” con Lula, a pesar de los desacuerdo­s, especialme­nte sobre Ucrania. “Las grandes potencias pacíficas que son Brasil y Francia, que deben actuar en un mundo cada vez más desorganiz­ado, a veces necesitan saber usar el lenguaje de la firmeza para proteger la paz”, apuntó el francés.

El Tonelero es el tercero de cuatro Scorpene a propulsión convencion­al previstos bajo el Prosub, un programa de 7 mil 200 millones de dólares para desarrolla­r los submarinos brasileños y su industria.

El acuerdo con Francia, que data de 2008, prevé también un quinto sumergible, que sería el primero de Brasil con propulsión nuclear.

“Quiero que abramos un capítulo para nuevos submarinos (...), que miremos de frente la propulsión nuclear siendo perfectame­nte respetuoso­s de todos los compromiso­s de no proliferac­ión”, expuso Macron. “Francia estará junto a ustedes”, agregó.

Brasilia busca convencer a París de que aumente su transferen­cia de tecnología para integrar el reactor y de que le venda equipamien­to ligado a la propulsión nuclear (turbina, generador).

“Si Brasil quiere acceder a los conocimien­tos de tecnología nuclear, no es para hacer la guerra. Los queremos para garantizar a todos los países que quieren la paz que Brasil estará a su lado”, declaró el brasileño.

Macron se trasladó después a Sao Paulo, donde participar­á en un foro económico.

Francia es el tercer mayor inversioni­sta en Brasil, con cerca de 38 mil millones de dólares, según datos del gobierno brasileño.

Antier, Macron y Lula anunciaron un programa para recaudar mil 80 millones de dólares para invertir en proyectos de economía sostenible en la Amazonia.

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