La docencia es una profesión de Estado
Celebramos que el presidente Andrés Manuel López Obrador restituya el derecho de los normalistas egresados de instituciones públicas a ocupar una plaza en las primarias y secundarias públicas del país. Con esto, el Estado subsana el despojo que hicieron de este derecho las reformas educativas neoliberales de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto al magisterio mexicano y asume la obligación que le asignó la sociedad de garantizar profesores que se comprometan con una educación humanista, crítica, multicultural, pública, laica y gratuita al servicio de la transformación democrática con justicia social, que es el mandato de la Constitución de 1917.
Demandamos a los diputados y senadores, particularmente del partido Morena, a no traicionar la voluntad presidencial y los compromisos con el magisterio y la sociedad mexicana para construir una reforma educativa, con aprobación de leyes secundarias para una verdadera transformación democrática y no para la continuidad privatizadora de la educación.
Hace falta más que la lucha anticorrupción
Solamente 18 por ciento del presupuesto se puede orientar. Es poco para las necesidades del país. Se duplicaría ese monto tomando parte de las reservas del Banco de México, dejando lo suficiente para el control cambiario y no adquirir deuda, como sugieren algunos. Depende del Congreso, y la sociedad votó por un cambio radical en ese poder, que nos debe la modificación al artículo 1º de la ley de adquisiciones.
Un gobierno como el actual es extraordinario y luchar por la legalidad es fundamental, pero las condiciones actuales exigen mucho más y de modo urgente.