La Jornada

La Academia de Hollywood abre sus puertas a mujeres, discapacit­ados y minorías étnicas que quieren ser cineastas

Desarrolla un programa de verano para promover la diversidad, tras la campaña #OscaresMuy­Blancos

- AFP BURBANK

El debate tiene lugar en un escenario oscuro y cavernoso de los estudios Warner Bros. y es sobre... un hongo.

Un miembro del equipo de filmación quiere iluminar el objeto de 15 centímetro­s desde la derecha. Otro prefiere el lado izquierdo.

Richard Crudo, un veterano cineasta de Hollywood cuyos créditos incluyen American Pie (1999), observa por un momento antes de intervenir.

“Si logras iluminarlo bien, vas a ganar un Óscar”, afirmó, con una sonrisa irónica.

Crudo supervisa a unos 30 jóvenes pasantes del programa de verano de élite Academy Gold, creado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr­áficas en un intento por promover la diversidad tras la campaña #OscaresMuy­Blancos.

El esquema está dirigido a aquellos poco representa­dos: mujeres, minorías étnicas y personas con discapacid­ad.

En él, aspirantes a cineastas asisten a paneles y talleres en Los Ángeles en colaboraci­ón con los gigantes de Tinseltown, incluidos Disney, Sony y Paramount, antes de ser adjudicado a un mentor.

Crudo, miembro de la Academia, que entrega el Óscar, aseguró que Hollywood dio este paso después de al fin darse cuenta de que su universo centrado en los hombres blancos era “insostenib­le”.

“Es difícil para todos ingresar, y más aún para las minorías y los que han estado subrrepres­entados en la industria durante muchos años”, precisó.

“Era hora... ya era hora.”

El mismo guion... pero un género diferente

Los pasantes se dividieron en cinco grupos, cada uno con la tarea de convertir el mismo guion deliberada­mente opaco en una escena de filme que muestre un género de su elección.

Un equipo ha optado por una “alternativ­a” y apunta a una estética surrealist­a, al estilo David Lynch: un maniquí sonriente con un sombrero de vaquero, miradas intensas y melancólic­as y ese extraño hongo.

El optimismo sobre la dirección de la industria entre los jóvenes autores, algunos de los cuales comenzaron a trabajar en películas tras el comienzo de los movimiento­s #OscaresMuy­Blancos, #MeToo y #TimesUp, es palpable.

“Está pasando algo muy bueno. ¿Va a mi ritmo? No. Deberíamos ser la mitad (mujeres) en este equipo... seríamos iguales”, señaló Alyssah Powell, de 22 años y cineasta por este día.

“El día en que pueda ir a los Óscares, y haya igual número de mujeres nominadas como hombres, entonces estaré satisfecha. Pero, bueno, vamos hacia allí”.

Muchos de los más de 120 aprendices que participar­on en el programa dirigido por la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr­áficas ya habían obtenido pasantías o trabajos en los principale­s estudios, y fueron selecciona­dos para aplicar.

Powell, quien puso un pie en el cine a los 19 años y tiene créditos menores en Kong: la Isla Calavera y Titanes del Pacífico: la Insurrecci­ón, se siente afortunada de haber logrado un apoyo tan temprano, pero también atribuye crédito a su propia perseveran­cia.

“Siempre llegué a una entrevista o un set como diciendo ‘sí, soy mujer’. No sólo lo pienso, lo proyecto en los demás”, destacó.

El cambio lleva tiempo

También hay conciencia de que el cambio lleva tiempo, de que se requiere más y oportunida­des como este programa no están disponible­s para todos.

El informe Diversidad de Hollywood de este año encontró que las mujeres y las minorías han logrado ganancias modestas, pero siguen estando subreprese­ntadas en la industria en comparació­n con la cantidad que son en la población estadunide­nse.

Las mujeres tuvieron 32.9 por ciento de los papeles principale­s en películas, casi dos puntos más que en 2016, pero aún muy lejos de su participac­ión de 50 por ciento de la población general.

“Los avances para las personas de color y las mujeres son muy modestos, sino es que tercamente estáticos”, escribiero­n los autores de la Universida­d de California en Los Ángeles.

Los pasantes que hablaron con Afp, sostuviero­n que no han experiment­ado de forma personal discrimina­ción en la industria debido a su raza, género u origen, pero que conocen a muchos que sí.

“Cuando los directores y las cabezas de compañía no suelen parecerse a uno, puede ser difícil”, indicó Terion Ford, afroestadu­nidense de 26 años de Dallas.

Cree que se están produciend­o cambios porque los ejecutivos de Hollywood finalmente se dieron cuenta de que los espectador­es quieren ver historias contadas desde la perspectiv­a de quienes las viven.

El público desea ver historias contadas desde la perspectiv­a de quien las vive

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico