Intermarium
Curioso cómo algunas ideas se niegan a morir. Cómo resurgen, mutan, cambian de piel y cobran nuevas vidas. Aún más curioso cómo de repente aparecen, resuenan y dejan huella en contextos y lugares menos esperados.
Veamos por ejemplo el curioso –me sigo repitiendo por falta de mejor palabra− caso de Intermarium, una vieja idea geopolítica polaca que dada cierta faceta anticomunista/conservadora/católica inspiró –aunque debo admitir de modo sorprendente− a la ultraderecha mexicana ( El Yunque) en el “combate al comunismo”, sus “cruzadas antiizquierdistas” y su “modelo del nacionalismo católico” (véase: Samuel Schmidt Nedvedovich, Diego Martín Velázquez Caballero, Xóchitl Patricia Campos López, Intermarium: la estrategia anticomunista católica en el México del siglo XX, en: Albores, jul-dic 2018).
Todo incluso aún más sorprendente – me sigo repitiendo…− dado que Intermarium (bit.ly/2MMe8wT) fue mucho más que “anticomunismo” y lo “católico” en él era muy ambiguo.
Międzymorze −“Entre Mares” en polaco, latinizado como Intermarium− fue idea de una federación centroeuropea acuñada a principios del siglo XX por Józef Piłsudski (1867-1935), el líder nacional polaco, cuyas raíces se remontaban al siglo XVI y al legado multicultural de la Mancomunidad PolacoLituana y dinastía de los Jagiellon que gobernaba una amplia región entre tres mares: Adriático, Báltico y Negro (bit. ly/2ZFQmX2).
En sus ojos, tal federación –compuesta de Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Yugoslavia y Finlandia− era un necesario contrapeso al imperialismo alemán y ruso y sus respectivos afanes colonialistas ( Mitteleuropa). Garantizaría a Polonia también estatus de cierta potencia regional (véase: P. Okulewicz, Koncepcja ‘międzymorza’ w myśli i praktyce politycznej obozu J. Piłsudskiego w latach 1918-1926, Poznań 2001).
No obstante las complicadas relaciones de Polonia con Lituania y Ucrania –legado a su vez del colonialismo polaco−, una serie de internos conflictos territoriales –legado de la Primera Guerra Mundial (Versalles 1919/Trianion 1920)− falta de lazos económicos, las excesivas ambiciones polacas, la resistencia alemana y rusa, indiferencia del resto de Europa y finalmente los hechos –la Guerra Polaco-Bolchevique (1920)−, cancelaron toda la idea (posteriormente Polonia trataba de reanimarla en otros formatos).
En plano ideológico Intermarium iba acompañado de “prometeismo” otra idea de Piłsudski de “ir rompiendo a Rusia por costuras nacionales/étnicas” (bit.ly/33hV0wx). El blanco final de esta elaborada –y poco exitosa− campaña nacionalista en la región fue la URSS, pero la estrategia nació todavía a fin de desmembrar al imperio de los tsares en tiempos en que Piłsudski aún era un socialista (PPS), o sea, un zurdo, aunque de estos con “deviaciones nacionalistas”
Vieja idea geopolítica polaca que inspiró a
Bruselas y Berlín para Polonia es mayor acercamiento con Washington, tanto en plano ideológico, como en materia de seguridad: PiS ya expresó un profundo deseo de tener una base estadunidense ( Fort Trump) e incluso pagar por ella.
En vez de anticomunismo hoy el terreno común para la derecha es la xenofobia y el antimigrantismo. Intermarium en práctica –gracias a las ultrarrestrictivas políticas de la mayoría de sus gobiernos− es una “zona libre de refugiados”. Trump y la ultraderecha mexicana −que siempre parece estar tomando notas, aunque sea con la mano izquierda...− han de estar muriéndose de envidia.
*Periodista polaco