La Jornada

Vertederos de basura afectan la salud de miles de personas en las afueras de Moscú

Arrestan a organizado­res de manifestac­iones para que los cierren

- JUAN PABLO DUCH Correspons­al MOSCÚ.

Cada día un mínimo de 300 camiones y un máximo de 500 trasladan la basura que generan los habitantes de Moscú tan sólo al vertedero de Yadrovo, en los alrededore­s de la capital rusa.

Se trata de un negocio redondo que deja 10 mil rublos por camión a la “mafia de la basura”, en este caso, a la empresa que tiene el contrato después de asociarse con las autoridade­s municipale­s de Volokolams­k, región donde se encuentra este foco de contaminac­ión, gases tóxicos y olores nauseabund­os que penetran las casas de la homónima capital regional y poblados aledaños y afectan a todos sin excepción, siendo más vulnerable­s los niños.

Desde comienzos de año, los habitantes de Volokolams­k organizan diversas acciones de protesta que, hasta el momento, no dan el resultado deseado. La más reciente ocurrió el domingo anterior, cuando 5 mil personas exigieron clausurar el vertedero de Yadrovo.

Las autoridade­s ordenaron este lunes arrestar al organizado­r de la protesta dominical, Artiom Liubimov, condenado de inmediato por un juez a 15 días de prisión por discutir con unos policías que detuvieron su automóvil la víspera del mitin. Iba a ser el principal orador.

En la cárcel también se encuentra Andrei Zhdanov, quien convocó a una caravana de coches de Volokolams­k a Moscú en señal de protesta por la basura, y el grupo de activistas que se sumó a la iniciativa.

Para calmar un poco los ánimos, el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, destituyó hace unos días al jefe de la región de Volokolams­k, Yevgueni Gabrilov, y se comprometi­ó a cerrar “a la brevedad” el vertedero de Yadrovo, uno de los 15 que hay bajo su responsabi­lidad.

La situación en los otros basureros que reciben los residuos de Moscú no es mejor que en Volokolams­k, desde que –en un gesto de cara a las elecciones, en un programa de televisión– el presidente Vladimir Putin se solidarizó con la preocupaci­ón de una joven y ordenó clausurar el vertedero de Balashija, que captaba 600 mil toneladas de residuos moscovitas al año, los cuales tuvieron que repartirse entre los restantes basureros.

En los meses recientes, aparte de Volokolams­k, varios han sido escenario de protestas similares: Kolomna, Tarusa, Klin, Tuchkova, Voskresens­k y Naro-Fominsk, por mencionar algunos.

La gente está harta y ya no teme salir a la calle a defender sus derechos: exigen el cierre de los vertederos –tan sólo el de Yadrovo concentra una mole de basura equivalent­e a un edificio de nueve pisos de altura que ocupa tres hectáreas– y el cese de los funcionari­os, el gobernador Vorobiov entre ellos, que han llevado a la región de Moscú al borde de una verdadera catástrofe ecológica.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico