EN EL CHOPO
Resiliencia chopera
muchos años el Tianguis del Chopo fue algo así como el búnker de jóvenes poseedores de inquietudes culturales alternas a las oficiales. Punks y progres fueron los primeros en pisar los terrenos de un incipiente tianguis ochentero instalado en la banqueta del Museo Universitario del Chopo, localizado en Santa María la Ribera.
Ya ha corrido mucha agua desde entonces y, sólo como dato, hay que consignar que el Chopo alcanzó su esplendor ya instalado en su domicilio actual, Aldama entre Sol y Luna, espacio donde los chavos de todas las edades –desde 12 a 70 años– se sentían libres. Integrantes de todas las culturas juveniles alrededor del rocanrol de las pasadas cinco décadas así lo asumían. Eran rebeldes sin causa y jipis tardíos; seguidores del heavy metal, del ska, reggae, hard rock, sicodélicos, hip hop, rupestres, en general de todas las corrientes del rock mexicano.
Radio Chopo se volvió la catedral en la que cada sábado se oficiaba una esperada liturgia, en la que el rock en vivo era el protagonista. Ahora, nostalgias aparte, el nuevo comité de representación del Chopo busca recuperar ese escaparate rocanrolero/cultural que poseía el tianguis que, por diversas circunstancias, fue a la baja.
Una de las estrategias para resarcir lo que la tecnología y, por qué no decirlo, algunas malas decisiones provocaron, será convocar a músicos y artistas de diversas disciplinas coon la finalidad de que soliciten fechas para presentar sus trabajos en terrenos choperos. Pueden obtener informes todos los sábados en la carpa instalada en Camelia y Aldama.