En manos de amigos de “Bobby”, plan de pensiones
La propuesta presidencial de constituir un fondo de “capital semilla”, de 64 mil millones de pesos para financiar las pensiones de los trabajadores mexicanos, tiene como origen los recursos recuperados en las subastas y liquidaciones del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), por lo que, de manera consciente o inconsciente, el presidente ha depositado esta responsabilidad en uno de los más inexpertos amigos de su hijo Gonzalo Alfonso López Beltrán, mejor conocido como “Bobby”.
Alberto Becerra Mendoza es quien ocupa el cargo de director del Indep desde el 16 de octubre del año pasado, aunque existen evidencias claras de que apenas tiene terminados los estudios de preparatoria. Según diversas fuentes que lo acompañaron en sus años de adolescencia, Becerra Mendoza conoció al más pequeño de los hermanos López Beltrán en la secundaria de la Escuela Logos, aquella que es propiedad de la familia del subsecretario de Hacienda Juan Pablo de Botton. Ingresó a la Preparatoria 6 para intentar tener pase directo a la UNAM y desertó en el tercer semestre de la carrera de Ingeniería.
El ahora flamante funcionario de primer nivel nunca perdió contacto con su amigo Bobby; por lo que, a mediados de 2020, después de varios años de desempeñarse como profesor de baile en escuelas privadas, “Betito” –como suelen llamarle sus amistades– llegó a laborar con Daniel Asaf a la Ayudantía de la Presidencia, para apoyar en la coordinación de las giras y los eventos. En marzo de 2023 fue designado titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Agencia Nacional de Aduanas de México.
Al parecer, el nivel preparatoriano de Becerra Mendoza ya no era suficiente para acceder a los cargos que se le tenían preparados: apenas el año pasado la SEP lo tituló como Licenciado en Gestión y Administración Pública mediante el “Acuerdo Número 02/04/17 por el que se modifica el diverso 286”. No hay institución de educación superior que respalde su cédula profesional con folio 13257981.
Ya con el nivel de licenciado –por lo menos en el papel– Alberto Becerra llegó al Indep para hacer mancuerna con Fernando Jesús Piña Uribe, otro de los mejores amigos de Gonzalo Alfonso, quien se desempeñaba en ese instituto como director Corporativo de Comercialización y Mercadotecnia, aunque también tiene una extraña formación académica. Se presenta como licenciado en Gestión y Administración Pública, la misma carrera de “Betito”, pero no existen registros de su cédula profesional.
Estos dos personajes controlan a un instituto que en su última subasta inmobiliaria apenas logró recaudar 49 millones de pesos; es el monto más elevado desde que Becerra Mendoza tomó las riendas de estos eventos de comercialización, en los que la mayor parte de los lotes se declaran desiertos. En materia de compras a proveedores, todas sus adjudicaciones las realizan de manera directa, además de que no hay reportes a las plataformas de transparencia, al grado que no hay rastro de la póliza de seguros que se tiene para los bienes en resguardo, la cual se contrataba anualmente por 60 millones de pesos con la empresa GNP.
Respectoalsupuestoaporteque el Indep podría hacer al proyecto de pensiones del presidente López Obrador, hay que puntualizar que el presupuesto asignado a este instituto es superior a los casi 4 mil millones de pesos que ha recuperado desde su creación, lo que de entrada lo coloca en números rojos y ni qué decir de los hipotéticos 64 mil millones de pesos que anunció el presidente para la creación del fondo de capital semilla.
Estos dos personajes controlan a un instituto que en su última subasta apenas logró recaudar 49 millones de pesos.