VAN POR UNA OEA A FAVOR DEL DIÁLOGO
• María Fernanda Espinosa, expresidenta de la Asamblea General de la ONU, y Hugo de Zela, embajador de Perú en Washington, compiten por la Secretaría General de la OEA con el titular actual, Luis Almagro. Espinosa dice que el organismo debe recuperar su i
“La OEA debe ser revitalizada [para] ser un espacio de diálogo (...), pero para procesar los desacuerdos” MARÍA FERNANDA ESPINOSA Expresidenta de la Asamblea General de la ONU
“La OEA tiene que volver a ser un lugar de reencuentro, donde los países miembros se puedan reunir, buscar puntos en común y consensos”
HUGO DE ZELA
Embajador de Perú en EU
“El rol que la OEA debe de cumplir es el diálogo; creo que es la herramienta más poderosa, pero también debe hacer gala de independencia, autonomía (...) actuando con apego a los procedimientos y escuchando las voces de las organizaciones que tienen demandas”, asegura en entrevista con EL UNIVERSAL María Fernanda Espinosa Garcés, expresidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y candidata a presidir la Organización de los Estados Americanos (OEA), al referirse a los países que en estos últimos tiempos han estado en crisis políticas, como Venezuela, Chile, Colombia, Bolivia y México.
Convencida y muy optimista de su candidatura, explica que “tengo una gran responsabilidad con los países que me están apoyando, desde que se dio formalmente mi candidatura, ya se ha hecho llegar un amplio apoyo, no solamente de los países del Caribe, sino también del continente de América central, del norte y el sur.
“Soy optimista de saber que no será una batalla fácil, pero con ideas bien fundamentadas, con las credenciales que me acompañan, con las ganas y el compromiso nos puede ir muy bien; y estoy muy agradecida, sobre todo con los países del Caribe que han tomado esto como una cruzada para revitalizar y renovar la OEA. Me siento honrada de haber sido presentada por los países del Caribe. México es uno de los países que ha demostrado gran interés en mi candidatura, aunque aún no habido algún pronunciamiento oficial al respecto”, abunda.
Considera que “la OEA necesita un oxígeno, revitalizarse, ganar en espesor, en mayor efectividad, y me encantaría poder asumir este reto, poner mi experiencia que he acumulado a lo largo de 30 años. También tengo la profunda convicción de que el multilateralismo es necesario y sirve para fomentar el diálogo, la cooperación, para avanzar en las agendas de desarrollo en los derechos humanos. Siento que esto podría servir a los países del hemisferio”.
Ve “importante y necesario, luego de 71 años, que ahora pueda haber una mujer al mando de la Secretaría General. Las mujeres nos hemos ganado el derecho a estos espacios, hemos demostrado que somos capaces de transformar, de aportar; y este espacio de la OEA es fundamental para el desarrollo, la convergencia, el fortalecimiento de los lazos de cooperación en nuestro hemisferio”.
Menciona varios pilares del trabajo de la organización: desarrollo, democracia, derechos humanos y seguridad del hemisferio. Afirma que deben ser tratados “de manera interconectada e integral”.
Como ejemplo pone el tema del cambio climático. “Hace 71 años no estaba en las primeras planas de preocupación, ahora sabemos que la crisis del cambio climático es existencial de los países, y por lo tanto la agenda del cambio climático, del fortalecimiento de las capacidades de los países del caribe, países costeros de la región, es imprescindible”. Otro tema, comenta, “es el de la violencia contra las mujeres, el de la igualdad”.
Recuerda que “el reporte del último informe del desarrollo humano es lamentable: América Latina es la segunda región más desigual del planeta, las brechas de desigualdad se han profundizado y hay que actuar sobre esto, al igual que el de la migración”.
La diplomática, quien competirá con Luis Almagro, titular de la OEA que busca la reelección —y quien dijo que por el momento no da entrevistas—, y con Hugo de Zela, embajador de Perú en Estados Unidos, piensa que la competencia no la tiene fácil, pero afirma que “las credenciales que me acompañan no son menores, son 30 años de experiencia, de servicio, de haber estado en espacios de decisión a nivel nacional e internacional, mi experiencia como presidenta de la Asamblea General de la ONU, en un contexto internacional bastante complejo”.
Desde su punto de vista, “la OEA debe ser sólida, competente, ejecutiva, adaptada a las necesidades de la agenda actual”. Dice que es importante “lograr acuerdos, consensos, diálogos, generando espacios para protestar las diferencias, un consenso de llamar a construir la unidad en la diversidad”.
Del trabajo de Almagro, comenta que aunque no le corresponde calificarlo, algo “muy notorio, que creo que es muy lamentable (...) en nuestro hemisferio es la falta de diálogo. La OEA debe de ser revitalizada [para] cumplir ese tarea, de ser un espacio de diálogo (...) pero para procesar los desacuerdos”.
“Creo que la OEA debe ser revitalizada [para] cumplir ese tarea, de ser un espacio de diálogo... pero también para procesar los desacuerdos y creo que el diálogo siempre es necesario cuando los hay”