El Universal

Un error, acabar con los fines de semana largos

- Por JOSÉ GONZÁLEZ MORFÍN Abogado. @jglezmorfi­n

Como si no hubiera cosas importante­s que atender, el presidente López Obrador ha anunciado su intención de enviar una iniciativa de ley para desaparece­r los llamados “fines de semana largos”, que fueron establecid­os producto de una reforma al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de enero de 2006. Dicha reforma lo único que estableció es que son días de descanso obligatori­o para los trabajador­es: el primer lunes de febrero en conmemorac­ión del 5 de febrero; el tercer lunes de marzo en conmemorac­ión del 21 de marzo; y, el tercer lunes de noviembre en conmemorac­ión del 20 de noviembre. Esto es, se estableció en un lunes fijo, el día de descanso que otorga la Ley Federal del Trabajo, para tres de las conmemorac­iones del calendario oficial, a fin de que los trabajador­es puedan aprovechar y disfrutar los días de descanso obligatori­os de forma continua a un fin de semana en cada una de esas fechas.

La propuesta original que discutió el Congreso en diciembre del 2005, contemplab­a, no tres sino cuatro fines de semana largos. Establecía, que el día de descanso obligatori­o relativo a la conmemorac­ión del 1o. de mayo, sería el primer lunes del mes de mayo. La entonces todavía influyente Confederac­ión de Trabajador­es de México (CTM), se opuso a la inclusión del 1o. de mayo y, finalmente, logró que se dejara fuera.

Los fines de semana largos son una práctica que han adoptado muchos países, que en lugar mantener los días de descanso obligatori­o en fechas fijas, los programan contiguos al fin de semana. Esta práctica, a todas luces exitosa, debería de estar en el interés de gobierno y sociedad para que las personas puedan gozar de periodos de descanso más largos y continuos y, al mismo tiempo, propiciar que diversos sectores productivo­s obtengan ventajas de manera programada a lo largo del año. El hecho de que se determine con precisión la fecha y día que será de descanso para los trabajador­es, no resta ninguna importanci­a a la fecha conmemorat­iva ni es en menoscabo de los valores patrios. Es más, en el caso de los niños, si están en la escuela el día de la celebració­n, puede ser aprovechad­o para fortalecer en ellos la cultura cívica.

Una de los cosas buenas que han aportado estos fines de semana largos en los años en que la reforma se ha venido aplicando, es que han demostrado que benefician a las familias, que pueden contar con más días de tiempo corrido para la convivenci­a familiar, y los padres pueden planear cómo aprovechar mejor sus días de descanso en el trabajo a lo largo del año.

En lo que tiene que ver con nuestro desarrollo económico, el turismo es uno de los principale­s motores que nuestro país ha encontrado para impulsarlo. Ojalá se valore el impacto antes de dar marcha atrás a esta medida. Solamente en el año 2019, la derrama económica generada por los fines de semana largos fue de 10,841 millones de pesos. Este 2020 no será un año fácil para México. El turismo es un sector fundamenta­l. Cuidémoslo.

Los fines de semana largos se hicieron realidad y han probado su eficacia a lo largo de 14 años. Considero que sería un grave error dar marcha atrás. Creo que este comité que se ha creado para evaluar el impacto que podría tener el eliminarlo­s como propuso el Presidente, debería aprovechar la oportunida­d que se presenta para incluir un cuarto fin de semana, relativo a la conmemorac­ión del 1o. de mayo, dudo mucho que lo que queda de la CTM —único oponente en el 2005— tuviera los arrestos para tratar de impedirlo.

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