El Universal

Más que comida de huerta

- MARÍA DEL CARMEN HERNÁNDEZ maria.hernandezg@clabsa.com.mx

El farm-to-table o del-huerto-a-la-mesa

es un movimiento gastronómi­co que comenzó a adquirir fuerza a partir de la década de los 2000. Inclusive en 2015 la National Restaurant Associatio­n de Estados Unidos lo consideró como una de las principale­s tendencias culinarias en esa nación de ese año.

Este movimiento invita a los restaurant­es a servir platillos preparados con ingredient­es de temporada obtenidos de granjas o huertos locales; y, si nos vemos más puristas, que no se sitúen más allá de cierta distancia del establecim­iento. Estos ingredient­es, por supuesto, se obtienen mediante una transacció­n directa y justa con el productor.

De igual manera, la cocina de farm-to-table es conocida por ser de corte saludable, hecha con productos ultra frescos, orgánicos y obtenidos de manera sustentabl­e.

“Para que un restaurant­e sea considerad­o del-huerto-a-la-mesa, primero que nada debes de conocer realmente de dónde viene el producto y cómo está cultivado. Si lo que haces es simplement­e levantar el teléfono y hacer una orden con tu proveedor de la Central de Abasto, ya se rompió el esquema. Claro que esto es muy complicado en una ciudad como ésta e, incluso, creo que al menos que tengas un huerto propio es muy complicado tener un auténtico farm-to-table”,

comenta Omar Díaz, chef de Los Danzantes, un restaurant­e ubicado en el corazón de Coyoacán conocido por seguir un esquema de esta índole.

Para Omar, el huerto-a-la-mesa va más allá de simplement­e conocer de dónde vienen los productos o qué tan cerca está el huerto en el que se cultivaron. También debe existir un trasfondo social. “Creo yo que tiene que tener un impacto social. Por ejemplo, si una comunidad en específico siembra maíz o ciruelas súrtete con ellos de esos elementos. De lo contrario serías únicamente un restaurant­e que le compra a una huerta. Puede funcionar, pero es más bonito si apoyas una causa y generas un cambio. Tienes que verlo como algo más que un simple negocio”, comenta.

En el caso de Los Danzantes, cuentan con dos proyectos en Morelos: el primero se ubica en Tepoztlán y es conocido como Tamoanchan Ahí cultivan jitomates, tomatillos, lechugas, calabazas, ejotes,

Para que sea considerad­o debes de conocer realmente de dónde viene el producto y cómo está cultivado. Si lo que haces es levantar una orden por teléfono ya se rompió el esquema

kale y zanahorias, por mencionar algunos. “Es un proyecto que trabajamos con la señora Georgina. Lo más bonito de ahí es que nosotros podemos decidir qué es lo que se siembra, lo cual es una ventaja y una bendición”, cuenta Omar.

El segundo huerto se ubica en Amatlán de Quetzalcoá­tl. Ahí trabajan en conjunto con familias productora­s de maíz. Por supuesto, toda la cosecha es completame­nte libre de agroquímic­os. “Es nuestro proyecto más joven. Desde hace tiempo traíamos la espinita de trabajar el maíz. Fuimos a Amatlán y decidimos comenzar”, explica.

Por último, en la Ciudad de México, el restaurant­e cuenta con chinampas propias con las que se abastecen de vegetales sencillos, tubérculos, hojas verdes y hasta flores comestible­s.

“Trabajamos en conjunto con chinampero­s de Xochimilco para generar un producto de mucho valor a nuestra mesa. Hay quienes dicen que somos nosotros quienes apoyamos a las chinampas pero es al revés, las chinampas nos apoyan a nosotros”, concluye.

 ??  ?? El farm-to-table te permite probar platillos hechos con ingredient­es de temporada, frescos y locales.
El farm-to-table te permite probar platillos hechos con ingredient­es de temporada, frescos y locales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico