KALUZ, UN NUEVO MUSEO
La colección del empresario Antonio del Valle, con más de mil 500 obras, dio vida al nuevo recinto que abrirá en 2020; del exilio español, su primera exposición
El recinto, que abrirá en 2020, fue preinaugurado con la exposición 80 Años. Artistas del Exilio Español en México.
Con la exposición 80 años. Artistas del exilio español en México fue preinaugurado el Museo Kaluz. Es un nuevo museo en el Centro Histórico que formalmente abrirá en marzo o abril de 2020 y que ofrecerá exposiciones en torno de la colección Kaluz, integrada por más de mil 500 obras de arte reunidas por el empresario Antonio del Valle Ruiz.
Para la creación del Museo Kaluz fue restaurado de manera integral y con supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el edificio donde estuvo el Hotel de Cortés; es un inmueble histórico que fue el Hospicio de Santo Tomás de Villanueva, fundado por la Orden de los agustinos. La nueva obra inició hace tres años y la encabeza el arquitecto y restaurador Francisco Pérez de Salazar.
La idea es que el nuevo museo, ubicado en la esquina de Avenida Hidaldo y Paseo de la Reforma, funcione en este inmueble así como en el edificio continuo —que era del SAT y que se ubica hacia la esquina de la calle Valerio Trujano—. Este segundo inmueble se restaura actualmente y durante los trabajos han hallado en él vestigios prehispánicos, por ello la propuesta de crear allí un museo de sitio, explica en entrevista Paloma Porraz, directora del Museo Kaluz:
“Fue una restauración muy respetuosa del edificio histórico —dice Porraz, durante un recorrido—. La forma del edificio, sus dimensiones quedan exaltadas con esta restauración; la cantera, la piedra, la madera todo hecho como en la época”.
En sus orígenes, el edificio iba desde la actual iglesia de San Hipólito hasta la de La Veracruz (se separó cuando se abrió Reforma).
“Lo que queremos es investigar y recrear una forma de integración de toda esta zona de la ciudad”, precisa la directora.
Los trabajos finales en la planta baja del edificio —en cuya entrada habrá una cantina—, así como las obras en el segundo edificio, y las que se llevan a cabo en la avenida Hidalgo —dice la directora— han obligado a posponer la apertura del Museo Kaluz, pero el área expositiva no sólo está definida sino que opera con todos las condiciones idóneas. En cuanto a la inauguración como tal, Paloma Porraz insiste en que la idea es abrir los dos edificios de manera conjunta.
El Museo Kaluz está pensado para la comunidad de esa zona de la capital, en particular para los vecinos de la colonia Guerrero, así lo expresó en su apertura Antonio del Valle Ruiz, quien es el presidente honorario vitalicio de Kaluz.
Rodeado de otros museos como el Franz Mayer, el de La Estampa, el Laboratorio Arte Alameda y el Mural Diego Rivera, y a unos pasos de Bellas Artes, el Kaluz tiene entre sus fines enriquecer e integrarse con la Alameda Central.
Desde junio, quienes pasan frente a la esquina del recinto, sobre Reforma, han podido ver la primera obra hecha específicamente para el Kaluz: el mural Jardín urbano, de Vicente Rojo, que evoca con sus colores el característico tezontle del Centro Histórico y que se suma a uno de los énfasis de la colección Kaluz: el paisaje mexicano.
Espacios y proyectos. El edificio consta de tres plantas; en la primera opera una sala de inmersión, con una experiencia complementaria a las exposiciones; desde aquí se accede al inmueble vecino y al área de entrada y salida de obra; en el centro de este espacio se halla el patio, semicubierto; ya no está la fuente —no era histórica—; ahí se planea programar exposiciones. De acuerdo con la directora, una de las ideas es comisionar obras a artistas contemporáneos, relacionadas con temas sociales, políticos y de interés actual.
En el lugar se ven antiguas esculturas de piedra. En el primer piso, todas las salas de los cuatro costados son para las exposiciones. Allí es donde el público podrá ver en las próximas semanas la muestra en torno del exilio español. Estos espacios eran habitaciones que se modificaron para poner obras de arte.
El último piso es abierto, es una gran terraza desde donde se pueden mirar muchos inmuebles y zonas del Centro, como San Hipólito, Paseo de la Reforma, la Alameda; ahí la idea es instalar un restaurante.
La exposición. 80 años. Artistas del exilio español en México está integrada por 135 obras de 26 artistas españoles como Antonio Rodríguez Luna, Lucinda Urrusti, Remedios Varo, José Bardasano, Josep Renau y Vicente Rojo.
Es una muestra basada en obras de la colección Kaluz y de otras colecciones particulares, que participaron con préstamo de obras de artistas como José y Kati Horna.
La exposición es narrativa, como destaca Paloma Porraz. Refiere lo que muchos artistas vivieron antes de su exilio —algunas de las obras fueron en campos de concentración, como es el caso de los dibujos de Gerardo Lizarraga—. Otras son obras de los primeros años en México que reflejan el éxodo; pasados los años, el tema del exilio, el origen, el paisaje que quedó atrás son constantes. Poco a poco en estos artistas se va filtrando una influencia del paisaje, el color y el arte mexicanos, algo evidente por ejemplo en Elvira Gascón. Además del arte, muchos de estos artistas al llegar a México se dedicaron a la enseñanza, la edición y las artes gráficas.
En las próximas semanas se habilitará desde la página del Museo Kaluz el acceso al público para inscribirse a visitas guiadas por la exposición 80 años. Artistas del exilio español en México.
El Museo informa que a través de exposiciones temporales, instalaciones artísticas, talleres y experiencias inmersivas tendrá como misión crear una propuesta expositiva a partir de su colección con la idea de socializarla con la comunidad local, vecinos, público especializado y general.