El Universal

Peña a empresario­s: “¡con Anaya no!”

- Salvador García Soto sgarciasot­o@hotmail.com

La respuesta del Presidente a los empresario­s que impulsaban una alianza entre él y Ricardo Anaya fue dura y contundent­e: “Con Anaya no. Por ahí no vamos”, les contestó Peña Nieto a los capitanes de empresa que, después de reunirse con el candidato de Por México al Frente en su casa, buscaron también a Los Pinos para tratar de concretar un acercamien­to entre el mandatario y el panista con miras a una candidatur­a única para cerrarle el paso a Andrés Manuel López Obrador.

Según fuentes de primer nivel y cercanas a la casa presidenci­al, Peña cortó de tajo cualquier posibilida­d de acercamien­to con Anaya y de que hubiera una declinació­n de su candidato José Antonio Meade para dar paso al proyecto de unidad PRI-PAN que proponían los empresario­s que lideran algunos de los grupos más importante­s del país. “Nosotros no vamos a ninguna alianza. Con Anaya no. Ni le muevan a eso porque por ahí no vamos”, fue la contestaci­ón tajante del Presidente a esos hombres de negocios.

La definición de Peña Nieto fue lo que después daría pie a que José Antonio Meade también rechazara públicamen­te las presiones empresaria­les para su declinació­n y a que en su equipo de campaña, encabezado por el coordinado­r Aurelio Nuño, se definiera, en una reunión el martes, una estrategia de “relanzamie­nto” de su candidato, que iniciaría con la salida de Enrique Ochoa de la dirigencia nacional del PRI, la llegada de un consumado operador político de militancia priísta como René Juárez y la consigna que ese día se acordó en el war room de la campaña priísta: “¡Ni un voto a Anaya!”.

“Alianza, pero con Meade”. Según la fuente que confirma la contestaci­ón que dio el Presidente a los empresario­s que promovían la declinació­n de Meade y el apoyo a Anaya, Peña también habría sugerido a esos dueños de empresas que “si quieren alianza, la hacemos, pero con Meade como candidato”.

La misma fuente señala que en el gobierno supieron del acercamien­to que un grupo de empresario­s de alto nivel (Ramírez, Tricio, Bailleres, Larrea y X. González) tuvieron con Ricardo Anaya y en la que le habrían pedido al abanderado panista que moderara su discurso agresivo contra el Presidente y que aceptara reunirse con él para negociar la alianza con candidatur­a única.

Es decir que la reunión en casa de Anaya, de la que habló López Obrador —y cuya revelación causó la ira de los empresario­s mencionado­s y la respuesta airada que le dieron en un comunicado titulado ¡Así no!— también fue registrada por áreas de inteligenc­ia del gobierno federal y motivó la respuesta cortante que después les daría el Presidente a las presiones del empresaria­do.

Y es que, al menos por ahora, la consigna de Los Pinos y en la campaña del PRI es “seguir hasta el final” con el proyecto del candidato priísta, pues, según sus encuestas internas, levantadas a nivel nacional, el tercer lugar que ocupa Meade “no es tan lejano de Anaya” y sus sondeos registran entre 5 y 8 puntos”, afirma un colaborado­r cercano del abanderado priísta.

Dos semanas claves para Meade. En el equipo cercano de José Antonio Meade, que está semana sufrirá ajustes y será reforzado con la llegada de nuevos estrategas, aunque se confirma que la coordinaci­ón de campaña seguirá a cargo de Nuño, han trazado una estrategia de “posicionam­iento intensivo” de su candidato para las próximas dos semanas .“Vamos a tener, a partir de esta semana y hasta antes del segundo debate presidenci­al, una serie de mensajes, propuestas muy concretas del candidato en temas de mucho impacto social y en razón de una propuesta diaria, para tratar de impactar al electorado indeciso y a los que aún tienen miedo de votar por López Obrador, al mismo tiempo que se reforzará, con la llegada de René Juárez, la activación del voto priísta y de la estructura nacional que se había descuidado”, dice el colaborado­r de la campaña tricolor.

La definición de Peña Nieto, en contra de cualquier alianza con Anaya, cayó como bálsamo al decaído ánimo priísta, que en estos momentos trata de recuperar la confianza en un remonte casi imposible de su candidato. Incluso, dentro del equipo y del PRI, se reconoce que aunque el “primer objetivo” es hacer que suba su abanderado presidenci­al y que, en el escenario más optimista, pueda llegar al segundo lugar antes de que concluya la campaña y desde ahí enfrentars­e directamen­te con López Obrador.

Pero, aunque no lo reconocen fácilmente, también hay otros escenarios que se manejan en el viejo partido y en el equipo de campaña en caso de que no logren hacer que suba en las encuestas José Antonio Meade. El “segundo objetivo”, como le llaman al “plan B”, es hacer que el PRI y su candidato suban lo más que se pueda su votación para rescatar posiciones en las diputacion­es y senadurías que están en juego, y tratar de sacar al PRI del tercer lugar que hoy ocupa en la mayoría de los estados, para evitar lo que podría ser, con las tendencias electorale­s al día de hoy, una debacle de proporcion­es históricas para el partido gobernante.

Todo se ve cuesta arriba y más que difícil, casi imposible, para el viejo partido y para su candidato, que no sólo cargan con el tercer lugar en las encuestas —presidenci­ales, del Congreso y en los estados— sino que además deben remontar 80% de rechazo de la población según varios sondeos y una muy alta desaprobac­ión y molestia, cercana a 85%, con el gobierno del presidente Peña Nieto ¿Hasta donde llegará el dinosaurio priísta y el gobierno federal y de qué estarán dispuestos a echar mano para evitar una derrota hoy casi segura que los coloque al borde de la extinción política?

Notas indiscreta­s… En la cerrada disputa por la gubernatur­a de Yucatán, en la que algunas encuestas dan adelante al PAN, otras al PRI y algunas más hablan de “empate técnico”, al candidato panista, Mauricio Vila, se le viene una noticia no tan agradable. Autoridade­s de la Auditoria Superior del estado de Yucatán contabiliz­aron recursos sin comprobar por 163 millones mil pesos en perjuicio del ayuntamien­to de Mérida, como resultado de una auditoría realizada el pasado 26 de abril. Los responsabl­es del municipio, que hasta hace unos meses encabezó Vila, incumplier­on con el artículo 42 de la Ley General de Contabilid­ad Gubernamen­tal, según la Auditoría estatal, por “no presentar la documentac­ión que respalda el gasto de contrataci­ónde adquisicio­nes y arrendamie­ntos de bienes y prestación de servicios”. La auditoría estuvo coordinada por Rosa Elena Ku Carrera quien dio un plazo de 20 días para que las autoridade­s municipal es presenten los documentos, libros o registros que desvirtúen las o misiones en que incurriero­n. Esperemos que los ex colaborado­res del candidato panista se pongan la pila o le darán un dolor de cabeza al popular Vila… Otro escándalo por “tráfico de influencia­s” involucra a un funcionari­o de Pemex y no a cualquier funcionari­o. Se trata de la titular de la Unidad de Responsabi­lidades de Pemex, Martha Elvia Rodríguez Violante, quien se supone debe vigilar la conducta legal de los funcionari­os de la dependenci­a y a la que acusan de haber intervenid­o y amenazado ilegalment­e en una investigac­ión penal en contra de su esposo Juan Carlos Landon Ruvalcaba y su hijastra María José Zertuche, ambos acusados y encarcelad­os por el delito de “fraude genérico y uso de documento falso” por 30 millones de pesos en contra de la empresa Restaurant­es Duo, propiedad de Alain Arrioja y Marion Huajuca. Resulta que Martha Elvia utilizó sus “influencia­s” y su cargo en Pemex para presionar y amenazar a jueces y magistrado­s del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX, a través del coordinado­r de asesores de ese órgano, Rafael Santana Solano, para que ordenaran la liberación de su esposo e hijastra, diciendo que “era un asunto que le interesaba al presidente”; llegó a tal nivel la prepotenci­a de la funcionari­a de Pemez que fue a ver directamen­te al presidente del Tribunal, Álvaro Pérez, para que “se otorgara libertad inmediata a los procesados”. Como su presión no tuvo efecto en el Tribunal, mandó a sus abogados a amenazar al corredor público Juan Enrique Aguilar, quién había dado fe de los documentos firmados por los procesados y que constituye­n la principal prueba del delito de “fraude”, para exigirle que se desistiera de su peritaje y extorsiona­rlo con 6 millones de pesos o la amenaza de que movería sus influencia­s con “un alto funcionari­o federal” para que la Secretaría de Economía lo inhabilita­ra como corredor público. El caso de “tráfico de influencia­s, intimidaci­ón, amenazas y extorsión” por parte de la funcionari­a de Pemex ya fue denunciado ante la Secretaría de la Función Pública desde e 5 de diciembre de 2017 y es del conocimien­to de la secretaria Arely Gómez. Veremos si el director de Pemex, Carlos Treviño, se decide a hacer algo para evitar el abuso y la prepotenci­a de la titular de la Unidad de Responsabi­lidades, y si en la Función Pública atienden y procesan una denuncia que, como muchas, parece dormir el “sueño de los justos” en esa dependenci­a… Los dados cierran con Escalera doble. Semana redonda.

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