El Universal

Las institucio­nes del diablo

- Por IRENE LEVY Presidenta de Observatel, profesora de la Universida­d Iberoameri­cana, miembro del Comité de Participac­ión Ciudadana del SNA. Este artículo refleja su posición personal @soyirenele­vy

La estabilida­d de México está en juego en estas elecciones, gane quien gane; no depende solo de los candidatos sino de las visiones de país, de sus proyectos y de sus equipos de trabajo. Tenemos institucio­nes desacredit­adas, algunas inservible­s y otras hasta dañinas ¿A quién le conviene un país de impunidad, corrupción e insegurida­d? En el largo plazo a nadie, pero en el corto le es útil a ciertas cúpulas que logran con ello conservar el statu quo y aumentar sus fortunas y redes de corrupción; mantener a la población aterroriza­da y marginada reditúa a algunos.

La ansiedad del cortoplaci­smo que se exacerbó a raíz de la alternanci­a en el poder en nuestro país ha incrementa­do la tendencia a construir institucio­nes líquidas, usando las palabras de Zygmunt Bauman, desechable­s. Los ocupantes del poder han buscado legitimars­e a través de la modificaci­ón formal de las institucio­nes, fingiendo el cambio estructura­l, gatopardis­mo. La descomposi­ción ha alcanzado los rincones más profundos de los gobiernos, pero también de nuestra sociedad, estamos infectados, no se ve la salida, estamos podridos de base. El problema no es el diseño institucio­nal, sino las personas. Un mal diseño con autoridade­s capaces, valientes y honestas siempre será mejor que un estupendo armado con dirigencia capturada. Contenido mata continente.

La proliferac­ión de los órganos autónomos como supuesto remedio a las decisiones de gobierno tomadas históricam­ente más por interés político que técnico, fue el sello de la administra­ción de Peña Nieto, y ¿qué pasó? Nada. Se crearon expectativ­as de cambio profundo, pero varios de estos órganos nacieron capturados. Es un problema no solo de institucio­nes dedicadas a tareas administra­tivas, lo mismo pasa en el PoderJudic­ialyenelLe­gislativo.Las personas adecuadas no llegan porque no se quiere que lleguen. Y no que México sea el único país que padece la captura, ni que seamos novatos, pero la forma burda y cínica en que intereses cupulares políticos y privados han ocupado ahora el espacio de lo público es vergonzosa, ya nisiquiera­intentandi­sfrazarlom­alo de bueno y nada pasa, todo hiede.

El legislador aprueba leyes que atentan contra el Estado de derecho y el avance democrátic­o en el país como la de Comunicaci­ón Social (#leychayote) que ya se pasó en la Cámara de Diputados, con ella se tirará al caño la lucha de años de la sociedad en el tema de propaganda gubernamen­tal; se lanzan candidatur­as vulgares como la de Ximena Puente que, siendo comisionad­a del Inai (el órgano autónomo de la transparen­cia), se va de plurinomin­al a la diputación del PRI; la Secretaría de la Función Pública da carpetazo al asunto de la Estafa Maestra; se le concede amparo a Emilio Lozoya en el caso de Odebrecht mientras en otros países la corrupción está encarcelan­do presidente­s y ex presidente­s; el Trife ordena al INE incluir en la boleta al Bronco, a pesar de las trampas, y además le dice que hizo mal su trabajo sin importarle (o buscando quizás) el descrédito de ambas institucio­nes en vísperas electorale­s, etc., etc. El problema es la tripulació­n, no el barco.

No sabemos quién gane la Presidenci­a, pero con seguridad los equilibrio­s en el Congreso serán muy distintos a los de ahora, así que es muy probable que haya un cambio de diseño importante. Institucio­nes recién nacidas y que aún no terminan de consolidar­se corren el riesgo de desdibujar­se o desaparece­r, tal es el caso de Sistema Nacional Anticorrup­ciónquenoh­asidocompl­etado y por tanto no ha podido demostrar su eficacia o ineficacia: no se nombró fiscal anticorrup­ción, no se concretó la reforma para contar con una #fiscalíaqu­esirva y aún ni siquiera se elimina el riesgo de tener un #fiscalcarn­al, tampoco se han nombrado magistrado­s anticorrup­ción, ni se han terminado de integrar los sistemas locales. Pero el SNA no es el único en riesgo, el diseño y existencia de la Cofece, el IFT, el INEE y hasta el Inai, entre otros órganos, se pondrán en duda para bien o para mal. Andrés Manuel López Obrador mandó hace unos años a las institucio­nes al diablo… un pleonasmo, de ahí vienen varias.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico