El Universal

Guerrero, 5 años de ser “campeón en violencia”

• Crimen organizado, la causa: expertos; Acapulco, con 80% de casos • En Chilpancin­go, balean a ex procurador­a al resistirse a asalto

- MANUEL ESPINO BUCIO —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

Guerrero encabeza en homicidios dolosos en el país, al registrar 9 mil 754 casos en los últimos cuatro años y 10 meses. La disputa por las plazas entre grupos delictivos como Los Rojos, Los Tequileros, Guerreros Unidos, Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana ha desatado la ola de violencia en el estado.

Le siguen Estado de México, con 9 mil 733 asesinatos; Chihuahua tiene 5 mil 994 y Jalisco, 5 mil 269, muestra informació­n del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En 2013 se registraro­n en Guerrero 2 mil 087 homicidios; en 2014 hubo mil 514; para 2015 fueron 2 mil 016; en 2016, 2 mil 213, y de enero a octubre de 2017 se tienen mil 924. El periodo abarca desde el gobierno perredista de Ángel Aguirre hasta el actual del priísta Héctor Astudillo.

Roberto Álvarez Heredia, vocero del Grupo de Coordinaci­ón Guerrero, advirtió que el estado vive una “crisis de seguridad” en la que al menos 15 grupos criminales se disputan el trasiego de drogas hacia EU.

Dijo que Acapulco concentra 80% de las muertes violentas, le siguen Chilpancin­go y Chilapa.

El periodista Héctor de Mauleón afirmó que la violencia en Guerrero debe ser abordada por el gobierno como un asunto de seguridad nacional.

En un presunto intento de asalto, ayer la ex procurador­a de Justicia de Guerrero Martha Elva Garzón Bernal recibió un tiro por la espalda en el centro de Chilpancin­go.

Guerrero es el estado más violento del país en lo que va del sexenio federal, con un total de 9 mil 754 homicidios dolosos en los últimos cuatro años y 10 meses.

En estos índices le siguen el Estado de México, con 9 mil 733 asesinatos; Chihuahua tiene 5 mil 994; Jalisco, 5 mil 269; Baja California, 5 mil 232; Michoacán, 4 mil 888; Sinaloa, 4 mil 799; Veracruz, 4 mil 555; Ciudad de México, 4 mil 209; Guanajuato, 4 mil 97; Nuevo León, 2 mil 798; Morelos, 2 mil 638, según estadístic­as del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

De las muertes violentas en Guerrero, 4 mil 502 de las más de 9 mil se han registrado en la administra­ción del priísta Héctor Astudillo Flores, quien asumió la gubernatur­a de la entidad en octubre de 2015.

Mil 897 ocurrieron en el interinato de un año del académico Rogelio Ortega Martínez, quien sustituyó al perredista Ángel Aguirre Rivero, quien gobernó la entidad del 1 de abril de 2011 al 23 de octubre de 2014, tras solicitar licencia al cargo luego de la desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa en septiembre de 2014.

Entre 2013 y octubre de 2014 se contabiliz­aron 3 mil 355 homicidios dolosos en la entidad, azotada por la violenta pugna entre organizaci­ones criminales como Los Rojos, Guerreros Unidos, Los Ardillos, Los Tequileros, Gente Nueva, Los Beltrán Leyva, Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, El Cártel del Sur, Cártel Independie­nte de Acapulco, Guardia Guerrerens­e, Sangre Nueva Guerrerens­e, Los Viagras y células de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

Homicidios internacio­nales Informació­n estadístic­a del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) señala que en 2013 ocurrieron 2 mil 87 asesinatos en la entidad; en 2014, mil 514; en 2015, 2 mil 16; en 2016, 2 mil 213; y en el periodo enero-octubre de 2017 suman mil 924.

Al respecto, el vocero del Grupo de Coordinaci­ón Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, reconoció que el estado vive una “crisis de seguridad” en la que al menos 15 grupos criminales se disputan diferentes territorio­s para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, principalm­ente heroína.

“Estamos en una situación de crisis de seguridad y el Grupo de Coordinaci­ón Guerrero, donde se integran las institucio­nes tanto estatales como federales, lo reconocen, no lo niegan y mucho menos lo minimizan”, admitió.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Álvarez Heredia expuso que el puerto de Acapulco sigue concentran­do 80% de las muertes violentas que se reportan en el estado, después está la capital, Chilpancin­go, y en tercer lugar el municipio de Chilapa.

“En tercer lugar estaba Iguala, localidad donde ocurrieron los trágicos hechos de la desaparici­ón de los 43 normalista­s de Ayotzinapa; sin embargo, el problema de violencia nos brincó a Chilapa, municipio que en un momento dado se convirtió en el segundo más peligroso del estado, después de Acapulco”, indicó.

Chilapa, en disputa

El vocero del Grupo de Coordinaci­ón Guerrero afirmó que, por las condicione­s propicias para la siembra, cultivo y cosecha de amapola, las bandas del crimen organizado se enfrentan por el control de Chilapa, un municipio enclavado en la montaña baja.

“La demanda de heroína ha crecido mucho en Estados Unidos y, por lo tanto, territorio­s como la montaña baja, donde está Chilapa, se han convertido en centro de disputa entre los grupos delictivos que operan en la zona que son dos: Los Rojos, que ahora se hacen llamar Los Jefes,y Los Ardillos, que protagoniz­an una confrontac­ión directa, abierta, cruel y sin cuartel por el dominio de la siembra de amapola”, aseveró.

Reveló que las autoridade­s, tanto estatales como federales, se enfrentan en Guerrero a criminales que están adoptando nuevas formas de violencia, como la de prender fuego a sus víctimas dentro de vehículos.

“Comparados con los cárteles tradiciona­les, son grupos de menor número de integrante­s, pero actúan con mayor ferocidad, son más extremos y crueles. Se puede observar un patrón en el crecimient­o del número de personas desmembrad­as y cuerpos quemados“, indicó.

El funcionari­o afirmó que los enfrentami­entos entre organizaci­ones delincuenc­iales por el control de plazas, han dejado “cascadas de ejecucione­s, homicidios, cobro de cuotas y secuestros” en diferentes regiones del estado, sobre todo en aquellas zonas que son propicias para la siembra de amapola y distribuci­ón de diferentes tipos de drogas.

“Hay otra fuente de violencia, que

son la presencia de grupos de armados, pero que se autodenomi­nan comunitari­os y autodefens­as, que tienen una presencia en casi 50 municipios del estado. Muchos de estos grupos han surgido por la debilidad que se presenta en las policías municipale­s”, subrayó.

Las autodefens­as

Hasta el momento, el gobierno de Guerrero tiene identifica­do el surgimient­o de 12 grupos de autodefens­a, entre los que se encuentran la Coordinado­ra Regional de Autoridade­s Comunitari­as-Policía Comunitari­a (CRAC-PC); Unión de Pueblos y Organizaci­ones del Estado de Guerrero (UPOEG); Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG); Policía Ciudadana y Popular (PCP); Policía Rural de la Sierra; Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón; Policía Tecampaner­a, Paz y Justicia; Movimiento por la Paz; Guardia Rural de Ejidos Unidos de Guerrero; Policía Paz y Justicia en Chilapa; Policía Comunitari­a de Tlacotepec; Policía Comunitari­a de Mezcala.

“En muchos de los casos surgieron por la debilidad que presentan las policías municipale­s, que en muchas localidade­s es inexistent­e y en otros municipios es insuficien­te, entonces, esta debilidad en las fuerzas locales son la razón de que los espacios se van llenando con autodefens­as o grupos comunitari­os, que están al margen de la ley y con el riesgo de que orienten sus actividade­s al interés de los cárteles”, refirió.

Álvarez Heredia aseguró que la crisis de seguridad está siendo combatida con acciones coordinada­s entre fuerzas estatales y federales; sin embargo, dijo que “si no fuera por el Ejército, Guerrero estaría en una situación muy complicada”.

Precisó que la violencia en la entidad es por la fragmentac­ión de los cárteles en pequeñas bandas muy “extremas y crueles”.

“La goma de opio, que se traslada a Estados Unidos para convertirs­e en heroína, en muchas ocasiones la transacció­n no se hace con dinero, se hace con armas, entonces existe una transporta­ción de armas que llegan a Guerrero y son las responsabl­es de la situación de violencia que vive el estado”.

Asunto de seguridad nacional

Al respecto, el escritor y periodista, Héctor de Mauleón, quien ha dado seguimient­o a la situación en Guerrero, consideró que el problema de insegurida­d debe ser abordado por el gobierno como un asunto de seguridad nacional.

“Son más de 10 organizaci­ones criminales las que se han repartido el estado y lo han metido en una espiral que no se había visto en la historia de Guerrero”, comentó.

El columnista de EL UNIVERSAL señaló que la entidad se convirtió en el productor y en el mercado más poderoso de amapola en el mundo, por lo que “el dinero que está generando hace que los recursos que tiene el crimen organizado sean ilimitados, entonces el desnivel es visible, palpable.

“No se ha querido atender la situación debidament­e, ya hubo un llamado de atención con el caso Ayotzinapa, fue un suceso que provocó la caída del gobernador, que desató la peor crisis en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y las muertes no paran”, comentó.

“[Violencia del crimen organizado ha dejado] cascadas de ejecucione­s, homicidios y secuestros”

“Comparados con los cárteles tradiciona­les, son grupos de menor número de integrante­s [los que operan en Guerrero], pero actúan con mayor ferocidad, son más extremos y crueles” ROBERTO ÁLVAREZ HEREDIA Vocero del Grupo de Coordinaci­ón Guerrero

“Son más de 10 organizaci­ones criminales las que se han repartido el estado y lo han metido en una espiral que no se había visto en la historia de Guerrero” HÉCTOR DE MAULEÓN Periodista

Balean a ex procurador­a, al resistirse a ser asaltada.

Chihuahua.— Ante la ola de insegurida­d que azota diversas regiones del estado, el gobierno de Chihuahua suspendió el servicio que ofrecían médicos pasantes en 10 municipios, lo que afectará a miles de pacientes que no podrán recibir atención de especialis­tas en sus lugares de origen.

“Se garantizó que ningún pasante ni residente será enviado a las comunidade­s de Gómez Farías, Guadalupe y Calvo, Uruachi, Madera, Batopilas, Guachochi, Guerrero, Bocoyna, Villa López y Villa Coronado”, informó la Secretaría de Salud, luego de que pasantes de la Universida­d Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) mantuviera­n un paro de labores por una semana para exigir mejores condicione­s de seguridad.

La medida estará vigente hasta febrero de 2018, en esa fecha se hará una evaluación de las condicione­s para determinar si es viable o no la presencia de los residentes.

Será una especie de semáforo, con los colores verde y rojo se definirán las zonas donde podrán ser enviados los pasantes de medicina.

El semáforo, que medirá las incidencia­s delictivas, será establecid­o en la Mesa Multidisci­plinaria de Salud, Servicio Social y de Campo con Seguridad, que en la primera reunión buscó “establecer protocolos de seguridad y definir zonas de riesgo inminente, mediano riesgo y áreas seguras. Vamos a definir las zonas de alto riesgo, de áreas en potencia y zonas seguras. El compromiso es que los muchachos no pueden enviarse a zonas inseguras, eso es lo que queremos definir con unos indicadore­s muy claros”, precisó la dependenci­a. Asolados. “El hospital de Gómez Farías siempre ha trabajado con médicos residentes, en cuanto a las especialid­ades básicas. Le hablo de cirugía, pediatría, ginecologí­a y anestesiol­ogía. Con este anuncio se desprotege al hospital, se queda sin esta ayuda.

La gente tendrá que salir a buscar atención a otras ciudades”, señaló el doctor Blas Godínez, quien labora en el centro médico de Gómez Farías y es hijo del director. El hombre fue privado de la libertad desde hace casi un mes por parte de un grupo del crimen organizado.

El doctor Godínez ha sostenido que la banda que secuestró a su padre posiblemen­te lo esté forzando a atender heridos por los enfrentami­entos, “En la región de Gómez Farías hemos tenido muchos hechos violentos contra los médicos. En 2010 golpearon hasta casi matar al doctor Segoviano; en 2012 mataron a un doctor; en 2015 secuestrar­on a dos médicos que eran padre e hijo. Ahora está la situación de mi padre”, detalló.

Una residente, que abandonó la región noroeste de la entidad a consecuenc­ia de la violencia, explicó que las amenazas de los grupos del crimen organizado son constantes.

“Conmigo trabajaba una enfermera, tenía mal carácter y a veces era un poco brusca con la gente. Un día llegó un grupo del narco, le dijeron que como era muy mala con los pacientes se tenía que ir del pueblo y la amenazaron. Si no se iba en una hora la iban a matar. Se fue de inmediato sólo con la ropa que llevaba puesta”.

Denuncia represalia­s. Ana Gabriela Cota, médico pasante de la UACJ, demandó civilmente a la Secretaría de Salud de Chihuahua tras haber sido dada de baja de su residencia, en lo que considera fue un acto de represalia por haber denunciado la condicione de insegurida­d que padecía en la comunidad donde prestaba sus servicios.

En mayo de este año prácticame­nte tuvo que huir de Nicolás Bravo, un pequeño pueblo del municipio de Madera, que se ubica a 20 minutos de Gómez Farías. Relató que en esa zona es constante la presencia de vehículos de hombres armados, además de constantes enfrentami­entos entre bandas rivales.

Tras denunciar lo que ocurría ante funcionari­os de Salud y de la propia UACJ fue suspendida su residencia.

“Los pasantes tienen mucho miedo; sin embargo, no quieren decir todo lo que ocurre por miedo a que los den de baja”, aseguró.

“El compromiso es que los muchachos no pueden ser enviados a zonas inseguras”

SECRETARÍA DE SALUD ESTATAL

“Conmigo trabajaba una enfermera, tenía mal carácter y a veces era un poco brusca con la gente. Un día llegó un grupo del narco, le dijeron que como era muy mala con los pacientes se tenía que ir del pueblo”

DOCTORA

“Todos los pasantes asignados a esas zonas tienen mucho miedo; sin embargo, no quieren decir todo lo que ocurre por miedo a que los den de baja”

ANA GABRIELA COTA

Médico pasante de la Universida­d Autónoma de Ciudad Juárez

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En la administra­ción de Héctor Astudillo Flores, quien asumió la gubernatur­a de Guerrero en octubre de 2015, se han registrado 4 mil 502 muertes violentas.

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