Arte gastronómico
El chef danés Claus Henriksen ofreció una experiencia exclusiva en el marco de Millesime
En el marco de la séptima edición del gran evento gastronómico anual Millesime, VIP vivió la experiencia estelarizada por el celebrity chef Claus Henriksen, llena de sabores insólitos, haciendo gala de notas vegetales y productos lácteos, tal como lo hace en el Castillo de Dragsholm, en su natal Copenhague. Como ejemplo de su impresionante dominio culinario, propuso un platillo que representa muy bien su estilo: Col punteada con hierbas y emulsión de ostra.
En el maridaje, este plato fue armonizado con las notas únicas de un exquisito whisky, a través de original coctel Bubble Roy, que combina Buchanan’s 18, vermouth rosso, prosecco y dos dash de amargo de angostura.
Por otra parte, la chef Ana Martorell, en otra experiencia premium, sorprendió a los asistentes con una interpretación del agave ligado a la gastronomía en su propia pulpa natural, mediante un ceviche con una textura que recordaba a la jícama y con el singular helado de agave cocido, para maridar con Don Julio 70, el astro de la casa tequilera.
Siete ediciones.
La inspiración de esta séptima edición de Millesime, titulada Earth, fue una especie de oda al mundo natural y sus productos.
En el marco de dicho evento, las bebidas espirituosas, más allá de la cerveza y el vino, tuvieron un papel preponderante, como se pudo comprobar durante las experiencias que derivaron de una curaduría experta acerca de la sostenibilidad de los productos empleados.
Los protagonistas fueron, además de Henriksen, Iván Domínguez, de Galicia; José del Castillo, de Lima; Eddie Shepherd, de Manchester; Óscar Hernando, de Segovia y Stéphane Balluet, de Perpignan.
También se dieron cita las cocinas de Gerardo Vázquez Lugo, Christian Bravo, Jonatan Gómez Luna y Rodolfo Castellanos. La expresión de jóvenes talentos corrió a cargo de los hermanos Rivera, Miguel Bahena, Diego Sobrino y la gran revelación: Alonso Domínguez.
La concurrencia by invitation only disfrutó de diversas propuestas en talleres y expresiones, aunadas al talento de mixólogos junto con chefs nacionales e internacionales, cuyas trayectorias están íntimamente ligadas a la frescura y calidad de los productos con que trabajan.
Mención especial merece el protagonismo que en esta ocasión tuvo el fine drinking, que fue imprescindible en los varios lounges que incluyó el evento en espacio preferencial.