Los presidentes y sus trajes

Sus sexenios hablaron mucho de su personalidad pero, ¿qué dijeron sus trajes acerca de su imagen? Después de leer la semana pasada El look del poder con la vestimenta de nuestras Primeras Damas, ahora les toca el turno a ellos de desfilar por la pasarela. Hoy, nos ocuparemos del estilo de los últimos cinco presidentes.

Enrique Peña Nieto: su estilo es clásico. Es sobrio, pulcro y tradicional. Está muy bien asesorado pues sabe lo que le favorece. Los colores oscuros, el corte impecable de sus trajes y la corbata roja lo definen; sin embargo, hay algo por lo que pasará a la historia y es su copete alto, relamido y brillante.

Podría utilizar un estilo más moderno e intentar llevar pañuelo, los trajes más ceñidos con un look slim fit que le favorece y, por qué no, intentar el traje cruzado y las camisas de rayas verticales. Bien por los cuellos de sus camisas, que siempre lleva cerrados.

Felipe Calderón: nos la puso muy sencilla, simplemente pasó sin pena ni gloria. Fue constante en su gusto por las camisas azul claro y las guayaberas. Scappino, Ermenegildo Zegna y Florsheim eran algunas de sus firmas predilectas. Los sacos los prefería de tres botones y dos aberturas en mezcla de lanas y seda.

Un accesorio que siempre llamó la atención fueron sus lentes casi imperceptibles que se volvieron un must de su imagen. No hay que olvidar que al inicio de su gestión vistió uniforme militar para darle seriedad a su administración y, de pasada, dejar atrás la imagen un tanto cómica de su antecesor.

Vicente Fox: cómo olvidarlo… años después de que dejara la presidencia muchos mexicanos aún extrañaban sus ocurrencias. Sus botas vaqueras fueron comentadas alrededor del mundo entero. Sus principales características fueron los jeans, sombreros y botas para ocasiones informales y sus trajes Ermenegildo Zegna para actos formales. El pelo se le fue encaneciendo y a veces lo veíamos así y otras pintado de negro. Su bigote fue parte fundamental de su imagen.

Ernesto Zedillo: fue siempre muy discreto. Sus atuendos, como sus colores predilectos, fueron grises. Gustaba llevar a reuniones no formales traje con camisa sin corbata y, cuando la llevaba, la constante en el color era rojo, azul y plata. Lo vimos con todos los tonos de L´Oréal en el cabello. Carlos Salinas de Gortari: siempre clásico y elegante. Su sastre era nada menos que Antonio Solito quien en alguna ocasión mencionó que era uno de sus mejores clientes por la cantidad de prendas que le compraba. Siempre fue rígido y sobrio. Conocía su silueta y utilizó todos los consejos para verse más alto de lo que en realidad es. b