Adán Mares sigue ejemplo de Abner
CANCÚN.— A Adán Mares, la vida le dio una segunda oportunidad. Tras superar problemas con la justicia y cumplir una condena de cinco años en la cárcel, el púgil resurge como ave fénix y, guiado por el ejemplo de su hermano Abner, busca ser campeón mundial.
“Ya superé la etapa en la que me metí en muchos problemas por culpa de las malas amistades. Ahora estoy contento, con mucha energía y la motivación de llegar tan o más alto que mi hermano, quien es mi modelo”, dijo el tapatío de 23 años, quien ayer venció por decisión unánime a Tomás Sierra (en seis rounds) en la Plaza de Toros de Cancún.
Mares, hermano menor del ex seleccionado olímpico y ahora campeón mundial Abner, aunque lleva poco tiempo en el mundo del boxeo, se siente capaz de estelarizar su propia historia.
“Tengo mucha inteligencia y rapidez. Mi movimiento de piernas es muy bueno y además cuento con Sergio González, mi nuevo preparador físico y Manuel Robles, quien ahora es mi entrenador”, deta- lló el peso pluma mexicano. Desde hace un año Speedy cuenta con un nuevo aliciente: Su hijo Román, a quien dedica cada triunfo en el ring.
“Mi familia siempre ha sido un gran apoyo para mí. Además, desde hace un año está mi hijo Román, quien es mi motivación”, dijo Adán, quien radica en Tijuana.
Para dar mayor lustre al apellido Mares, viaja por todo el mundo para pulir su técnica.
“Estuve en Río de Janeiro para mi último combate y regresé muy fuerte. Mi equipo me respalda al cien por ciento además de contar con el apoyo de mi otro hermano quien también trabaja conmigo”.
De Abner, Adán aprendió la paciencia, la disciplina y nunca creer que se ha ganado todo.
“Si él y quienes me rodean creen que puedo llegar lejos, así va a ser. La familia Mares pronto tendrá un nuevo campeón mundial”.