60% de mexiquenses incurren en actos de corrupción
En el Estado de México, de acuerdo con un análisis de Ciudadanos Contra la Corrupción, el 60% de los habitantes ha ofrecido dinero a policías estatales y municipales para evitar ser llevados a corralones o les impongan infracciones.
Mientras un 30% ofrece dinero para no hacer filas cuando se pagan servicios públicos o trámites gubernamentales.
Además ocho de cada 10 mexiquenses que viven en áreas urbanas son parte frecuente en los actos de corrupción, y sobornan desde elementos policiacos hasta funcionarios administrativos, a quienes les dan dinero o regalos para obtener algún servicio o bien evitar multas y sanciones.
Este fenómeno tiene raíces muy profundas en la sociedad mexicana y no es exclusivo de la clase política, informó Ruana Mendoza, quien forma parte de la organización Ciudadanos Contra la Corrupción.
En entrevista señaló que según el Barómetro de Corrupción 2017 de Transparencia Internacional, el 51% de los mexicanos aceptó dar un soborno en rubros como servicios de salud y educación, mientras que sólo el 35% de los alemanes y 2% de los holandeses incurrió en esta práctica.
Los responsables de cometer actos corruptos no sólo son servidores públicos o políticos, sino que hasta cierto punto hay una corresponsabilidad con los ciudadanos, quienes saben que determinados actos son contrarios a la ley.
Es el caso del control de ciertos documentos que pueden ser falsificados, con el fin de saltarse algunos procedimientos.
Desde actas de nacimientos, licencias de automovilistas y choferes, cartillas del servicio militar, cédulas profesionales y otros más que son parte de un mercado negro.
Mendoza consideró un gran acierto del gobierno la digitalización de algunos trámites y documentos, lo cual cierra la posibilidad de transacciones irregulares.
Otro caso son las entrevistas de empleo, donde es muy fácil engañar en primera instancia con documentación falsa.
La corrupción es torcer la ley, no ser probos, no ser honestos. Tanto es corrupto el político que se aprovecha de su puesto, como lo es el ciudadano que de manera consciente trata de encontrar los caminos torcidos de la ley para su propio beneficio, dijo la activista social.