FEMINICIDIOS QUE VAN A LA ALZA
La violencia de género, en sus diversas modalidades -feminicidio, familiar, abuso y violación sexual- siguen encabezando las cifras a la alza cada mes en Sinaloa a pesar de que, desde gobierno, se intenta visibilizar el fortalecimiento a instituciones que trabajan el tema, como la Secretaría de las Mujeres.
Sin embargo, la clave principal para abatir estos altos índices se encuentran en las agencias del ministerio público, debilitadas por la corrupción endémica, la falta de interés en que los delitos no se dejen impunes y hasta en la capacitación empática de los trabajadores de la Fiscalía.
Hace unas semanas, una familia de puras mujeres acudió a denunciar amenazas y un intento de despojo de una propiedad en Culiacán, pero la psicóloga le dijo a una de las denunciantes “que mejor se salieran” porque no podían hacer nada y las terminarían asesinando, ¿esta es la desolación de las y los ciudadanos que cuando se atreven a demandar, de enfrentar la estulticia de los servidores públicos? ¿Qué otra salida queda en este mar de impunidad?
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, la violencia familiar rebasó hasta el 31 de julio las más de 4 mil denuncias en todo el estado, cuando en 2021, cerró con alrededor de 4 mil 900 casos. ¿Sinaloa sigue siendo un estado machista? O vamos a decir que las instituciones sí funcionan “porque ahora denuncian más, y antes no lo hacían”. ¿Ese es el consuelo que nos queda?
A este medio, desde hace meses, han llegado quejas de policías de la Fiscalía que se duelen que no han tenido aumento salarial, se les limita la gasolina, no se les da más capacitación y sencillamente muchos esperan cumplir los años de ley para pedir de inmediato su jubilación. Si ya el gobierno de Rubén Rocha asegura que trabaja para combatir estas viejas taras, sus esfuerzos deberían centrarse en fortalecer la persecución del delito y desde luego, humanizar más al personal de procuración, sometidos siempre a una excesiva carga de trabajo. Al tiempo.
MAZATLÁN EN RIESGO DURANTE LAS LLUVIAS
El crecimiento desordenado, la acumulación de basura y un sistema deficiente de drenaje han convertido a Mazatlán en un lugar vulnerable en época de ciclones y huracanes.
Y es que al menos 60 mil personas corren el riesgo de perderlo todo durante la temporada de lluvias, ya que el 40 por ciento de las 289 colonias y asentamientos de la ciudad están junto a arroyos, cauces y sistemas lagunares.
Mazatlán está sentado sobre marismas, esteros, arroyos y terrenos ganados al mar, que es lo que lo convierte en una zona de riesgo durante los fenómenos meteorológicos.
Un ejemplo es la Laguna del Camarón, donde más del 70 por ciento de este cuerpo de agua ya es utilizado por grandes hoteles, condominios y plazas comerciales; también están los esteros de Urías y El Infiernillo, que siguen rellenándose de manera indiscriminada y peor aún, las autoridades han permitido las invasiones irregulares en estos lugares.
Aunque en los últimos años la ciudad ha presentado un desarrollo inmobiliario importante, que lo colocan a los ojos del mundo como un lugar atractivo para vacacionar y vivir, la realidad es que el puerto presenta un estancamiento en cuanto a infraestructura, porque tiene las mismas plantas tratadoras y los mismos cárcamos y colectores desde hace 30 años. Y ¿qué es lo que pasa durante una lluvia o huracán?: los equipos colapsan, la infraestructura es rebasada y Mazatlán se ahoga entre el agua pluvial y el drenaje.