Lobos debía de ir por más al estadio Azteca
Se presupuestaba, lucía lógica, inclusive se hacían apuestas sobre por cuántos goles perdería Lobos en el Azteca contra Cruz Azul.
Pero después de 90 minutos dio la impresión de un triunfo corto (2-1) por parte de La Máquina, en gran medida por la actuación bajo los tres postes del arquero universitario Toño Rodríguez. Aunque también quedó la sensación sobre la posibilidad de un resultado mejor para La Manada por lo apretada de la pizarra.
La Manada gozaba de opciones de sumar en el Azteca si corregía o tapaba las incursiones constantes por su banda derecha de Elías Hernández, quien le ganó cada uno de los duelos al lateral Félix Crisanto, al menos así sucedió durante los primeros 45 minutos. La jugada del gol de la ventaja de La Máquina se convirtió en reflejo fiel de lo anterior, donde un desborde del “Patrullero” por la mencionada demarcación le puso medio gol a José Madueña, quien con la zaga desparramada y el portero a contrapié simplemente mandó el centro a la red. Tras eso, y la reunión de las tropas del entretiempo, Juan Francisco Palencia corrigió. La Máquina Celeste de la Cruz Azul no se mostró tan peligrosa por dicha demarcación del campo en la reanudación, e inclusive cambió la estrategia y gestionó sus fuerzas. Pedro Caixinha, entrenador cementero, apostó entonces a la contra. Lobos tardó en entender el nuevo duelo, o tal vez no contó con el personal suficiente para lanzarse por la igualada, a pesar de los cambios como Yago Da Silva en lugar de Colin Kazim-richards y Gabriel John Cortez por Jordan Sierra.
Con Yago, Palencia y Lobos buscaba más descaro y desborde dejando como única referencia en ataque a Leo CLAVES DE LA DERROTA CONTRA CRUZ AZUL o movimientos para refrescar no pesaron el sábado.
LOS CAMBIOS
Ramos.
Cortez debía de darle más posesión, o criterio para jugar la pelota a los universitarios, pero ni una ni otra ocurrió. El último movimiento simplemente refrescó la lateral derecha: Olascoaga por Crisanto.
Y solamente hacia el final del partido, La Manada pisó más la cancha cementera, pero lo hizo de forma estéril, sin generar grandes dosis de peligro. Tal vez lo ocurrido el sábado en el Coloso de Santa Úrsula se presupuestaba en la previa, pero también dejó en claro las posiciones donde La Manada deberá de reforzarse el próximo semestre, pues es buen momento para la planeación del próximo torneo. Tras perder la racha de seis juegos sin conocer la derrota, Lobos deberá de aprovechar el parón liguero por la próxima fecha FIFA para rehacerse y volver con fuerza a bajar el telón del torneo cuando reciba en casa el domingo 25 a los Diablos Rojos del Toluca.
Los choriceros visitarán el Universitario de la BUAP con la misión de prevalecer al final de los 90 minutos para conservar su lugar en la fiesta grande del futbol mexicano, o mejorarlo, pues hoy el mismo corre peligro luego de caer el domingo con los Pumas de la UNAM
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de nueve logró La Manada contra los grandes del futbol mexicano este torneo.