LOS PEQUEÑOS PLANETAS DEL SISTEMA SOLAR
“... hay centenares de planetas, a veces tan pequeños que resulta difícil verlos con el telescopio. Cuando un astrónomo descubre uno, le da un número por nombre, le llama por ejemplo: asteroide 3251 ... “El Principito; Antoine de Saintexupery
El primer día del siglo XIX, el 1 de enero de 1801, el astrónomo Giuseppe Piazzi, en Palermo, Italia, observaba el cielo, para su catálogo de posiciones estelares. Al continuar en la noche siguiente, para controlar la exactitud en su trabajo, notó que una de las estrellas tenía una posición diferente. A la tercera noche, resultó evidente que el astro se había movido. Piazzi experimentado observador supuso que el objeto sería un cometa, pero uno singular porque parecía estrella, mientras que los cometas aparecen difusos.
Piazzi informó a sus colegas, pero debido a lo lento del correo, cuando los astrónomos buscaron el objeto, ya no se encontraba en donde Piazzi lo observó. Se había perdido. Por suerte, Karl Friederich Gauss, estudiaba las leyes de Isaac Newton, del movimiento y la gravitación, dedujo un método para el cálculo de órbitas con
solo tener pocos datos; resultaron atractivos los datos de Piazzi, sería una prueba matemática de sus observaciones. Gauss calculó que la órbita del objeto era similar a la de los planetas, ubicada entre la órbita de Marte y Júpiter. Esto sirvió para el 31 de diciembre, a un año exacto del inicio de
1801, el siglo XIX, cuando fue reencontrado el primer asteroide o planetoide, al que se le llamó, Ceres, dios tutelar de Palermo, según la mitología latina (Hoy planeta enano). Después se descubrieron: Pallas en 1802 por Heinrich Olbers; Juno por Karl Ludwig Harding, en 1804; Vesta por Olbers en 1807, la lista de asteroides aumentó conforme más astrónomos cazaban a los nuevos planetitas.
MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, VIAJERO ESTELAR
“... llegó el momento de nuestra emancipación, ha sonado la hora de nuestra libertad... de suerte que sin patria ni libertad estaremos a mucha distancia de la verdadera felicidad...”
MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA (15 SEPT. 1810) LLAMADO A LA INSURRECCIÓN.
A inicios del siglo XIX se descubrieron los cuatro más grandes asteroides; por aquellos años se fraguaba en una de las colonias españolas, conocida como la Nueva España o México, la lucha por la Independencia; esto se consumaría después de una larga guerra de insurgencia (1810 1821). El héroe artífice e iniciador de la independencia de México, fue un brillante intelectual y pensador del clero Miguel Hidalgo y Costilla, rebelde ante las injusticias y el autoritarismo, se le recuerda como uno de los grandes hombres de nuestro país; su proeza se hizo realidad y su recuerdo sigue viajando en la historia y en las alturas etéreas.
Mientras se organizaba nuestra nación, los astrónomos del mundo apuntaban sus telescopios al cielo en busca de los nuevos planetitas que giraban como pequeños duendes entre las órbitas de Marte y Júpiter. A partir de 1891, con mejor óptica y mejores telescopios, la proporción de descubrimiento de estos granujas planetitas aumentó muchísimo, sobrepasaron el medio millar. Así, el 31 de octubre de 1920, el astrónomo Walter Baade, desde el observatorio Bergedorf de la Universidad de Hamburgo, Alemania, descubrió el planetoide 944, de 38 kilómetros de diámetro. El cual se acerca al Sol a 1.9 UA (perihelio) y se aleja hasta 9.16 UA del Sol (afelio). La medida UA es la Unidad Astronómica, equivale a la distancia Tierra Sol, de 150 millones de km. El asteroide le da una vuelta al Sol en 14.04 años, la excentricidad de la órbita es de 0.657, es decir, muy alargada, está inclinada 42 grados 49 minutos, respecto al plano del movimiento de la Tierra, su distancia promedio al Sol es de 5.71 UA. Su órbita es la mayor y más excéntrica, ya que se mueve desde la cercanía de Marte hasta cerca de Saturno. Esta inusual órbita para un asteroide, sugiere que es el núcleo de un cometa que ha perdido su material característico.
EL ASTEROIDE HIDALGO
“Un hombre que no arriesga nada por sus ideas: o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre”
Platón
Ocurrió que el 10 de septiembre de 1923 hubo un eclipse total de Sol, visible en San Luís Potosí, México, al que asistieron astrónomos de distintos países, con el fin de observarlo y probar algunas teorías.
Días después, se organizó una reunión científica en la Universidad de México. Al terminar, los astrónomos visitaron al Presidente de la República, General Álvaro Obregón, para agradecerle las atenciones prestadas por el gobierno. Durante la conversación, el astrónomo Walter Baade invitó al mandatario mexicano a ponerle nombre al asteroide 944, recién descubierto, de inmediato el Presidente Obregón propuso el nombre de Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la Patria. Desde entonces, el pequeño planeta es conocido como Hidalgo.
Es un verdadero honor para los mexicanos que exista en las frías regiones de nuestro Sistema Solar, un astro con el nombre de Hidalgo; y, aunque es un pequeño planetoide, tiene la grandeza de su nombre, de uno de los grandes hombres de México, quizás el más importante por su limpieza y su trascendencia en la humanidad, por haber hecho de una colonia, un país libre. Los mexicanos estamos comprometidos a conservarlo como un país independiente. german@astropuebla.org