Siempre supe que mi vida iba a estar relacionada con artesanías
TULA DE ALLENDE, Hgo. Desde niña, María de Lourdes Montoya Mejía supo que su vida iba a estar involucrada con la elaboración manual de artesanías.
Además de que le nació ser artesana por la descendencia de su padre Mario Montoya Chávez, quien empezó a trabajar las figuras de yeso hace décadas en Tula.
“Tenía como seis de edad cuando mi papá me pedía que le ayudara en el taller familiar de elaboración de artesanías y ahí pintaba y envolvía piezas de yeso. Él las vendía en esa época a los turistas que llegaban a la zona arqueológica de Tula”, indicó con nostalgia la entrevistada.
A sus 45 años, María de Lourdes Montoya tiene una gran vitalidad para elaborar a mano distintas artesanías que expende en la Plaza de las Artesanías de Tula, concretamente en el local 15.
Junto con su esposo J. Merced Arteaga y sus dos hijos Ivonne Patricia y Fabián Arteaga Montoya, trabaja arduamente todos los días de la semana.
Lleva casi veinte años ininterrumpidos elaborando manualmente bisutería relacionada con los cuarzos y cristal, y hace macramé en pulseras, aretes, collares, atrapasueños y dijes.
Además de figuras de atlantes hechos con cemento, barro y piedra en obsidiana y artesanías de barro, vasijas prehispánicas, incensarios, pipas, sellos prehispáni
cos, llaveros de resina, lapiceros, tazas y figuras en piedra.
De igual modo trabajan figuras de resina decoradas con pasta epóxica incrustándole los cuarzos.
“Gracias a Dios y mi padre aprendí este noble oficio que, junto con mi familia, nos ayuda a sobrevivir y darles educación a nuestros hijos”, señaló la artesana tulense.