Norberto Olín
Con datos de la Secretarìa de Hacienda y Crédito Público los ingresos presupuestarios del sector público durante eneronoviembre 2018 se ubicaron en 4 billones 655.1 mil millones de pesos, monto superior a los previstos en el programa.
En su interior, los ingresos petroleros se ubicaron en 884.9 mil millones de pesos, mayores en 12.5 por ciento real a los del año anterior, como consecuencia del incremento en el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo (39.2 por ciento anual). El efecto anterior fue compensado parcialmente por la disminución en la producción de petróleo (6.8 por ciento anual).
Los ingresos petroleros siguen siendo primordiales para la economía mexicana, por tanto, PEMEX debe ser objeto de transparencia administrativa e innovación en operaciones, pero tal parece que ha sucedido todo lo contrario, porque se le quitan las ganancias y no permiten su modernización, además de ser saqueada de diferentes maneras. Con todo eso PEMEX es el octavo productor de crudo en el mundo (2017, Petroleum Intelligence Weekly.)
Cito al presidente Andrés Manuel López Obrador: “Es un robo (de hidrocarburos) que el año pasado significó, en términos generales, una pérdida para PEMEX del orden de 60 mil millones de pesos. El año pasado se robaron diariamente más de 600 pipas, lo mismo en lo que va de este año una cantidad similar y siempre creciendo. 600 pipas diarias, ese es el dato, de 15 mil litros cada pipa, alrededor de 200 millones de pesos diarios.
Si solo pensáramos en un minimo de 600 pipas diarias, no estamos solo hablando del llamado la
de ductos; estamos hablando de un plan que tiene vinculación dentro del gobierno y que se apoya en un sistema de distribución de combustibles, porque no es fácil distribuir, vender 600 pipas diarias de gasolina de manera diarias”.
Las cifras presentadas fueron exorbitantes, el promedio diario de robo en el año 2016 fue de 26 mil barriles, aproximadamente. En el 17, arriba de 43 mil barriles diarios. Y para este año ya ronda el orden de los 58 mil 200 barriles diarios.
Con estos datos nunca antes puntualizados por el gobierno federal, el Presidente ya ha puesto en marcha un plan conjunto del Gobierno de la República para combatir el robo de hidrocarburos, además se presentó una hipótesis bien sustentada: “De todo el robo, solo 20 por ciento se da con la de ductos, que es una especie de pantalla, que la mayor parte tiene que ver con un plan que se opera con la complicidad de autoridades y con una red de distribución”.
En cuanto a la red de distribución, se presume que fue orquestada dentro de la misma paraestatal, por lo que Romero Deschamps, millonario líder sindical, está en la lupa, dado el control que ejercía. El negocio tuvo su mayor auge en la pasada administración de Peña Nieto, pero inició con Felipe Calderón.
Los cuatro principales ductos robados son: Madero-Cadereyta, CadereytaReynosa, SalamancaGuadalajara y las más afectada MinatitlánMéxico, línea que cruza los estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México. Por lo que también los gobiernos locales deberán colaborar en la investigación. El eje central es dimensionar la cantidad de recursos recuperados y cómo se van a utilizar una vez que beneficie a PEMEX, pues gracias a las ganancias de la paraestatal se cuenta con presupuesto para el gasto social; otro tema pendiente es la saturación de impuestos a esta y el mal manejo del sindicato. La última pregunta: ¿Impactará en el precio de la gasolina?