Sorprende el arresto de una agente rusa
WASHINGTON, DC. La detención de una ciudadana rusa que supuestamente actuaba como agente ilegal del Kremlin en Washington sorprendió Trump en plena cumbre con su homólogo ruso, después de que la trama rusa sacudiera el pasado viernes el encuentro en Helsinki.
La coincidencia de tiempos, como ocurrió el viernes pasado, hizo que instantes después de la rueda de prensa conjunta de Trump y Putin, el Departamento de Justicia anunciara la detención e imputación de la presunta agente, Mariia Butina.
Según la acusación, Butina se encontraba en el país con una visa de estudiante, pero realmente trabajaba para un alto funcionario del Kremlin sin haberlo notificado correctamente, lo que constituiría un delito de conspiración que puede conllevar una condena de hasta cinco años de prisión.
Butina había establecido lazos con personas, políticos y organizaciones estadounidenses en el país, entre ellas la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal grupo de presión de los derechos de posesión de armas y uno de los más im-
El objetivo
era establecer relaciones que Rusia pudiese utilizar para penetrar el aparato de toma de decisiones de EU
portantes en la política del Partido Republicano. El objetivo de la agente ilegal era el de favorecer los intereses del Kremlin a través de sus acciones, primero en territorio ruso y luego en el estadounidense, en plenos preparativos electorales.
Todo, después de que el fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, imputara el viernes a doce agentes de Moscú por el hackeo contra Hillary Clinton, la rival electoral de Trump, para influir en los comicios de 2016 en favor del magnate. KENIA
nervioso Novichok con el que se intoxicó una pareja en Amesbury, Inglaterra, el 30 de junio se enEl contraba expresidente en un frasco de perfume, según informó el hermano de Charlie Rowley, una de las víctimas.
En unas declaraciones a la BBC, Matthew Rowley contó que su hermano -que continúa ingresado en estado grave-, cogió un bote de perfume que contenía la sustancia.
EFE