Operan narcousureros en frontera de Chiapas
Prestan dinero con altos intereses y en el cobro comerciantes pierden todo mediante violencia
TAPACHULA, Chis.- Extranjeros que se han asentado en la frontera sur de México, en la región Soconusco de Chiapas, operan ofreciendo préstamos a pequeños empresarios o vendedores ambulantes, pero lejos de brindarles un beneficio los hunden por los altos intereses.
En Tapachula, existen dos supuestas empresas colombianas que se dedican al préstamo de dinero, y según denuncias de afectados su modus operandi implica enganchar a las personas, sobre todo comerciantes, mediante préstamos que por los altos intereses no son pagados, para luego despojarlos de sus pertenencias o amenazarlas con ser asesinadas.
Los "cobradores", que son detenidos cuando cometen algún ilícito, supuestamente han mencionado estar coludidos con altos funcionarios para que los dejen en libertad, e incluso dicen que les pagan para que los protejan.
Para el Centro de Dignificación Humana AC, este nuevo tipo de flagelo que afecta a la frontera sur preocupa a las organizaciones no gubernamentales y activistas, pues implica un tema de seguridad nacional.
Luis Villagrán, director de la asociación civil, señala que este sistema de extorsión se combina también con el cobro de derecho de piso que algunos colombianos practican en Chiapas.
Asegura que la extorsión que realizan otros extranjeros, como los maras, dista de la forma en que estos presuntos colombianos operan, ya que los pandilleros van sobre aquellos con las que practican la trata de personas y quienes se dedican a la prostitución, a los cuales les cobran por ejercer en las distintas calles y cantinas clandestinas.
El señalamiento de los activistas en Chiapas se fundamenta en las solicitudes de refugio que sudamericanos realizan ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), la cual les indica que colombianos se han asentado en la región fronteriza con Guatemala, sin ser aún una población flotante grande, pero sí extendida.
PRÉSTAMOS
De acuerdo con las denuncias de los pequeños comerciantes, por cada mil pesos que reciben pagan 60 diarios por 20 días, lo que significa que reúnen mil 200 en créditos, pero si se atrasan los intereses son muy altos y el comerciante termina entregando bienes o pagando piso.
Los préstamos van de mil a 10 mil pesos y los pagos son semanales o diarios; sin embargo, al no realizarlos de manera permanente los "prestamistas" hacen destrozos en los negocios y amenazan a sus "clientes" con asesinarlos o a sus familias.
Las denuncias de estas extorsiones se han registrado con mayor incidencia en la mancha urbana de Tapachula, en las colonias Laureles, Solidaridad 2000 y en las inmediaciones del mercado San Juan, así como tiendas de abarrotes y pollerías, entre otros establecimientos.
Según autoridades, todos los trabajadores colombianos tienen sus documentos y, al ser detenidos, no pueden ser deportados.