Tal día como hoy
HACE UN AÑO el Gobierno social-comunista, apoyado por casi todos los medios de comunicación audiovisuales y por una prensa tomada por progres finústicos y comunistas de salón, se burló en la calle del Covid-19 y proclamó que «el machismo mata más que el coronavirus». Había pasado mes y medio desde que en enero los tres partidos entonces en la oposición, PP, Cs y Vox, preguntaron al Gobierno en el Congreso qué medidas pensaba tomar frente al virus chino, que la OMS, pese a estar en manos de un títere de Pekín, tuvo que admitir tras la denuncia de Taiwan. Antes, un sicario de Tetros llegó a acusar de «racismo» a Taiwan, cuya población pertenece a la misma etnia han que la China comunista. Pero tan grotesca ignominia fue superada aquí con creces por las bandas recién instaladas en el Gobierno social-comunista.
La respuesta a la oposición fueron el circo y la estafa, el payasismo ideológico y el cerrilismo político de Illa y Simón, apoyados por los que, tal día como ayer, coreaban en sus telecorralas «¡coronavirus, oé, coronavirus, oé!», o decían, como Milá en TVE, que el Covid-19 era menos que una gripe. Carmen Calvo llamó a manifestarse a mujeres, hombres y viceversa, «porque les iba la vida en ello». A ella y a las de la pancarta, no les fue de milagro; a muchos miles, sí. Murieron sin atención porque el Gobierno y sus sicarios mediáticos dijeron que el virus nunca llegaría a España; o
Calvo llamó a manifestarse a mujeres, hombres y viceversa, porque «les iba la vida en ello». A ella no, pero a muchos miles, sí
«serían uno o dos casos»; o, según Iglesias, teníamos medios sanitarios de sobra. Y tal día como hoy, ya con 17 muertos, llenaron las calles para decir que «un clamor popular» pedía la Ley del «sólo sí es sí».
La Rovira y Virgili dice que adelantar el confinamiento una semana, es decir, a tal día como ayer, en 2020, hubiera ahorrado 23.000 vidas. De los cien mil muertos que llevamos, ¿cuántos se deben al feminismo queer de Montero y al viogen de Calvo, que, tras pasar por el Ruber tres veces, ya no quiere competir con la marquesa de Igualdad? ¿Y la ruina, fruto del sectarismo y el pánico posterior, en qué nos han sumido?
Tal día como hoy, Ayuso y Cayetana dijeron que no irían al infectódromo. Queda sólo Ayuso, pese a la sucia campaña mediática machista del rojerío, incluso aquí. Un año después, hay cien mil muertos y siete millones de parados más (cuatro, oficiales; dos, autónomos en cese de actividad; uno, en ERTE) Pero, tranquilos: oficialmente, no contarán.