MÁS DE 50 HERIDOS EN EL CERCANÍAS DE BARCELONA
Un accidente de tren en la céntrica estación de Francia en Barcelona deja 56 heridos, tres de ellos graves Un error técnico, la principal hipótesis para explicar el impacto del convoy contra el tope de la vía mientras frenaba
Más de 50 personas resultaron heridas ayer en el accidente de un tren de cercanías en la estación de Francia, en Barcelona. El convoy, que transportaba a 77 pasajeros, chocó contra el tope de la vía mientras frenaba. En la imagen, uno de los heridos es atendido por los Servicios de Emergencia.
«El impacto fue muy fuerte, el choque sonó como una bomba», recordaban algunos trabajadores de la estación de Francia (Barcelona) en el bar, mientras tomaban café a mediodía y con el susto aún en el cuerpo. A las 07.25 horas, la céntrica terminal barcelonesa se despertó de golpe por el impacto de un convoy contra el tope de hierro de la vía 11, un accidente que dejó 56 heridos, entre ellos tres de gravedad, aunque no se teme por su vida.
El Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona está investigando las posibles causas del incidente y trabaja con la principal hipótesis de un error técnico en las vías, aunque no se descarta una distracción del conductor. El maquinista, un hombre de 31 años con siete de experiencia en la red de Cercanías de Barcelona, también resultó herido y salió de la cabina en un evidente estado de shock.
Por el momento, lo que confirmó ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en una visita exprés a la estación de Francia es que el tren tenía todas sus revisiones al día y pasó la última el 18 de julio, hace escasamente 10 días. Además, las primeras informaciones de Adif apuntan a que el conductor, que dio negativo en los tests de drogas y alcoholemia, no habría sobrepasado ningún límite de velocidad al entrar en la estación.
Una tesis que también rubricaron algunos de los 70 pasajeros que viajaban en el convoy accidentado. «El tren estaba frenando, el encontronazo nos lo encontramos de golpe», explicó uno de ellos, aquejado sólo por un chichón en la cabeza.
El vehículo recorría el trayecto entre Sant Vicenç de Calders (Tarragona) y Barcelona, pasando por núcleos de población tan importantes como Sitges, Castelldefels o L’Hospitalet. La entrada en la estación de Francia, no obstante, es algo peculiar al tener una curva bastante larga que los maquinistas efectúan a muy baja velocidad, incluido el del convoy afectado.
El propio consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull, calificó de «afortunado» el hecho de que el tren estuviera prácticamente frenado, pues de no haber sido así se habría producido «un accidente de consecuencias realmente graves», según sus propias palabras.
Como el convoy terminaba su recorrido en la propia estación de Francia, muchos de los pasajeros ya se habían levantado de sus asientos para bajar en el momento del impacto. «La gente se ha ido chocando y han acabado en el suelo, hemos caído unos encima de los otros», relató uno de los afectados aún en el andén. «No sabíamos si era una bomba o qué había pasado», explicó una de las chicas que iba en el tren certificando también la sensación que se vivió fuera. «Hubo un momento de pánico, luego ya se abrieron las puertas y pudimos salir».
De hecho, los heridos más graves fueron los que estaban de pie por el efecto acordeón del golpe. Los destrozos en el convoy eran visibles hasta en el tercer y cuarto vagón, con varias piezas y ventanas rotas. En el interior, algunos asientos estaban fuera de su lugar y había múltiples cristales en el suelo, que ocasionaron cortes y heridas superficiales en varios de los heridos.
Rápidamente, los equipos del servicio de emergencias de la Generalitat y los bomberos se personaron en el lugar del accidente y atendieron in situ, en el propio andén, a varios de los heridos, que luego fueron trasladados a centros ambulatorios y hospitales de referencia de la capital catalana. Al cierre de esta edición, sólo permanecían ingresados 12 de ellos, tres en estado grave y uno con una fuerte contusión pulmonar tras un golpe en el tórax.
Después de la evacuación de los heridos, la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra se pusieron a trabajar sobre el terreno para tratar de esclarecer lo sucedido. Lo primero fue acceder a la cabina de conducción para descargar los registros del convoy y mandarlos directamente a la comisión de investigación de accidentes ferroviarios. También se retiraron las dos cajas
negras del interior, bajo tutela de los Mossos, se utilizó incluso un dron para tomar imágenes de lo sucedido y se inspeccionó el tope de hierro de la vía 11.
Por la estación de Francia también pasó una retahíla de políticos: el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont –quien habló con Mariano Rajoy por teléfono del suceso–, el propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el delegado del Gobierno, Enric Millo, y varios consejeros del Ejecutivo catalán.
La última revisión mecánica del convoy se efectuó hace apenas 10 días El conductor no había sobrepasado ningún límite de velocidad