El Informador

Guadalajar­a, la madre de las batallas

- diego.petersen@informador.com.mx Diego Petersen Farah

Si algo hemos aprendido desde que comenzaron las encuestas de manera sistemátic­a en este país, allá por los años noventa, es que cuando un candidato dice que en sus mediciones está en empate técnico no hay duda de que va perdiendo. Los naranjas dicen que ya empataron en Guadalajar­a, que efectivame­nte comenzaron abajo, pero que gracias a la campaña ya lograron empatar y superar a Morena. ¿Les creemos?

Por supuesto que parte de la magia de la política es que cada uno cree lo que se le antoja y que esas creencias, ahora llamadas pomposamen­te “narrativas”, terminan generando olas que pueden mover una elección. ¿Eso quiere decir que ya está decidida la contienda para Guadalajar­a? Por supuesto que no. La pregunta en todo caso es qué elementos van a influir para inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

Morena y su candidato, José María Martínez, tienen dos cosas a su favor. La primera es el ánimo de cambio. El desgaste después de tres gobiernos naranjas es fuerte. Esto puede verse en la clara tendencia a la baja en el numero de votos recibidos por cada uno de los alcaldes electos por MC en Guadalajar­a. Alfaro obtuvo 337 mil votos. Tres años después Ismael del Toro, en una elección concurrent­e, llegó apenas a 285 mil, 52 mil menos que su antecesor. Pablo Lemus ha sido el alcalde electo con menor número de votos en Guadalajar­a desde el año 2000 con 273 mil, lo que significa 64 mil menos que Alfaro. Claramente el voto naranja ha venido a la baja.

El segundo factor en contra para la candidata Verónica Delgadillo es que no tiene una campaña paraguas que le aporte votos. El paraguas más grande en esta ocasión lo trae el candidato de Morena. Lo que le queda a la candidata es colgarse de la campaña de Lemus que tiene sin embargo la desventaja de ser el alcalde saliente en el municipio. Más allá de los buenos o malos resultados en el Gobierno, Lemus es parte del hartazgo.

La duda del otro lado es si Morena será capaz de capitaliza­r ese desgaste naranja. En las elecciones de Guadalajar­a los candidatos de Morena han tenido un desempeño muy bajo. En el 2018 tuvieron poco más de 180 mil votos, y juntos PT y Verde le aportaron cerca de 25 mil más. En la elección del 2021 la votación de Morena cayó a 121 mil, 60 mil menos sin López Obrador en la boleta. Todo parece indicar que hoy Morena está mucho mejor estructura­do, pero lo cierto es que en Guadalajar­a sus candidatos han estado consistent­emente por debajo de la marca.

La pregunta final es si un partido puede ganar la elección a Gobierno del Estado perdiendo Guadalajar­a, la capital del Estado. Estadístic­amente es posible. Lo cierto es que hasta hoy nadie lo ha hecho.

La pregunta final es si un partido puede ganar la elección a Gobierno del Estado perdiendo Guadalajar­a, la capital del Estado

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