DE POLÍTICA Y COSAS PEORES
CATÓN
Contrariamente a lo que muchos piensan, Dios es bueno. Ese misterio al que llamamos Dios -igual lo podemos llamar Vida- no es sañudo juez castigador que escudriña las almas de los hombres para encontrar en ellos culpas y pecados. Es amoroso creador que busca el bien de sus criaturas, aun por caminos que a veces no entendemos. ¿Cómo podemos entender a Dios? Si no podemos entender el Poema
Desde que comenzaron en 1994, los debates presidenciales en México han cambiado bastante. Al principio, eran excesivamente formales y donde no se daba una verdadera confrontación de ideas. Eran como circos de tres o más pistas, dependiendo del número de candidatos presentes, en donde cada uno se dirigía al público televidente o radioescucha e ignoraba a sus adversarios o se refería a ellos para agredirlos personalmente y no confrontar inteligentemente sus ideas y propuestas. Para un porcentaje importante de quienes veían o escuchaban un debate, el ganador era quien fuera el más agresivo o el que pronunciara la frase más explosiva o el que hiciera la mejor promesa sin explicar cómo la cumpliría.
Con el tiempo, los debates fueron de Parménides, o “El ser y el tiempo”, de Heidegger; si a veces no podemos entender a nuestra pareja o a nuestro hijo, menos podremos entenderlo a él. En ocasiones nos da golpes muy duros, eso es cierto. Nos envía la desgracia, la enfermedad, la muerte de la persona a quien amamos. Pero hemos de recibir esos chin… -con perdón por la palabra, poco filosófica- con el mismo talante con el que gozamos sus caricias: La compañía de los nuestros; la amistad del amigo; los tranquilos ratos que pasamos en la agradable compañía de nuestra soledad; la buena vianda y el buen vino; la canción y el verso; los breves instantes en que se posa sobre nosotros esa frágil y fugitiva mariposa, la felicidad. Han de saber ustedes que de pronto Diosito busca algún pretexto para enviarme a Mérida. Sé entonces que sin darme cuenta hice algo bueno, y estoy más abiertos y propiciaron una interacción entre los candidatos y el público. En 2018 se usó un formato que promovió el diálogo directo y la participación ciudadana, incorporando preguntas de redes sociales. Este cambio mejoró la relevancia del evento, brindando a los votantes una mejor oportunidad para evaluar las propuestas y capacidades de los candidatos.
Para el evento del domingo venidero, existe el riesgo de que se regrese al esquema rígido que caracterizó los primeros debates. En lo que parece ser un intento de jugarla segura, la candidata morenista, Claudia Sheinbaum, solicitó infructuosamente que uno de los moderadores fuera sustituido por otro porque este dijo algo que a ella no le gustó y, más recientemente, pidió que fuera el INE y no los dos moderadores quien seleccione las 30 preguntas que se harán a los candidatos.
Para determinar quién ganará el primer debate presidencial de este año, los ciudadanos debemos enfocarnos en elementos clave que nos revelen tanto la competencia como la conexión de los candidatos con nosotros.
Debemos evaluar la claridad y sustancia de sus propuestas y su capacidad para articular políticas de manera comprensible y concreta.
Debemos evaluar su conocimiento y preparación, su comprensión de los asuntos en discusión, la manera en que sustenten recibiendo mi premio. Hace unos días el pretexto fue la Feria Internacional de la Lectura Yucatán. Mis cuatro lectores se habrán percatado de que ese encuentro no es Feria del Libro, sino de la Lectura. Atinado es el nombre, pues el libro que no se lee es un objeto inerte, inanimado; silencioso papel; materia nada más. Igual podría ser una piedra o un pescado muerto. Cuando alguien -cualquiera- lee un libro -cualquiera-, ambos cobran vida. El papel se vuelve libro; el lector se hace humano. Feria de la Lectura es la de Yucatán; algo más que mera Feria del Libro. Es Feria de la Vida del Libro. Yo estuve ahí. El “Diario de Yucatán”, mi casa de trabajo en Mérida desde hace más de medio siglo, publicó en su primera página: “Catón arrasa en la Filey”, y reseñó: “Muy a su estilo y ante un público que atiborró la sala y lo recibió con multitudinario aplauso, el escritor y periodista Armando Fuentes Aguirre, ‘Catón’, presentó su libro ‘México en mí’. Considerado el editorialista más leído del País, según dijo María Teresa Mézquita, directora de la Filey, ‘Catón’ comentó que sus lectores lo habían ungido ‘con el santo sacramento de la bondad humana’”. Al final di las gracias al “Diario de Yucatán”, al cual debo el ser conocido en la península y más allá de ella; a Diana, del Grupo Planeta, mi editora, y a su amabilísimo y eficiente personal; a mis adorados hijos: Luly, que con sabiduría y amor cuida los textos que entregaré a la imprenta, y Javier, ángel de la guarda y alegre compañía en mis viajes. Muy especialmente, gracias a mis cuatro lectores, para quienes escribo, para quienes vivo. Más de 300 libros firmé, según los excelentes chicos y chicas edecanes que me apoyaron tan amablemente. La memoria se engalana con el rico sabor de la cocina yucateca y con el cantarín acento de los meridanos. Por todo eso, Laus Deo. Esto es decir a la manera agradecida de antes: “Alabado sea Dios”. “Pagaré el doble de lo que cobran, pero ha de ser como yo quiera”. Pensaron las mujeres de aquella mancebía que el hombre que les hacía tal ofrecimiento gustaba de alguna perversión, y se negaron a acompañarlo al cuarto. Sin embargo una de ellas, necesitada del dinero, accedió a ir con él. Media hora después salió de la habitación profiriendo maldiciones. “¿Cómo quería?” -le preguntaron las otras, intrigadas. “Igual que todos -bufó la suripanta-, pero fiado”. FIN. sus posturas con datos y ejemplos que reflejen un análisis meticuloso. La coherencia en sus argumentos a lo largo del debate y alineada con declaraciones previas, nos indicará su fiabilidad y consistencia.
Debemos analizar el lenguaje corporal y la comunicación no verbal de cada uno de ellos porque estos aspectos ofrecen pistas sobre su confianza y autenticidad. Si son capaces de interactuar respetuosamente, refutando y argumentando con efectividad, veremos su capacidad para la negociación y el diálogo constructivo.
Debemos observar cómo cada uno reacciona ante la presión y su habilidad para manejar las críticas y mantener la compostura. Esto revelará su capacidad para enfrentar los desafíos del cargo. La especificidad de sus propuestas, detallando planes y soluciones, nos indicará el nivel de planificación y viabilidad de sus visiones políticas.
Finalmente, debemos prestar atención a su empatía y capacidad para conectar con el público y la manera en que entienden nuestras preocupaciones a través de ejemplos personales o anécdotas. La diversidad y profundidad de los temas abordados indicarán su competencia y prioridades políticas.
Espero que pasado mañana se dé un debate auténtico y constructivo. Los mexicanos lo merecemos.
Estados violentos
El presidente López Obrador vive en un mundo extraño en el que la mejor forma de combatir la violencia es asistir a reuniones burocráticas muy temprano cada mañana y donde los gobernadores son culpables de la inseguridad si son de la oposición, pero no si pertenecen a su movimiento político.
Este 4 de abril declaró sobre Guanajuato, el Estado donde dice que “gobierna, pero no manda” Diego Sinhue Rodríguez Vallejo: “Es muy lamentable lo que sucede en Guanajuato desde hace años. Tienen el primer lugar en homicidios, y pues es un asunto cotidiano, nada más que los medios de manipulación no tratan el tema”.
La afirmación, sin embargo, es falsa. Guanajuato es un Estado con una tasa de violencia muy importante, pero no es el primer lugar en homicidios dolosos. En el último reporte del Inegi sobre homicidios en el País, de 2022, el estado más violento es Colima, gobernada por la morenista Indira Vizcaíno Silva, con 113 homicidios por cada 100 mil habitantes; el segundo lugar es Zacatecas, del morenista David Monreal, con 87; en tercero está Baja California, de la morenista Marina del Pilar Ávila, con 70; y sólo en cuarto aparece Guanajuato, con 68.
Los datos del Inegi, si bien son del 2022, son los más confiables porque proceden de las estadísticas más completas, incluyendo los certificados de defunción. No obstante, tampoco las cifras más recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocan a Guanajuato en primer lugar de homicidios. En este 2024, hasta el 21 de marzo, Colima sigue siendo la entidad más violenta, con 14.69 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguida de Morelos, gobernada hasta hace unos días por Cuauhtémoc Blanco, con 13.5. Baja California está en tercer lugar, con 10.19, y después siguen Chihuahua, de la panista Maru Campos, con 8.66; Guerrero, de la morenista Evelyn Salgado, con 8.35; y Sonora, del morenista Alfonso Durazo, quien fue secretario de Seguridad ciudadana federal, con 8.1. Guanajuato se encuentra en séptimo puesto, con 7.42 homicidios por cada 100 mil habitantes, muy lejos del primer lugar (Reforma, 3.04.2024).
El Presidente se precia de asistir a una junta de gabinete de seguridad todos los días a las 6:00 de la mañana y afirma que esto explica su supuesto éxito contra la inseguridad. Este 3 de abril dijo: “Hay muchos gobernadores que no van a estas mesas. Un caso es el de Guanajuato, y el fiscal de Guanajuato va, ha ido a la mitad de las mesas. El que va más es el secretario de Seguridad, pero no van, cuando es un asunto prioritario fundamental”. No hay razón para pensar, sin embargo, que asistir a una junta burocrática diaria ayude a derrotar la inseguridad o la violencia. Por otra parte, el gobernador Cuauhtémoc Blanco faltó a 310 de 345 mesas de seguridad, del 16 de julio de 2019 al 30 de diciembre de 2022, según el centro Morelos Rinde Cuentas, pero AMLO no lo ha cuestionado porque es aliado y no opositor.
Yo le reconozco al Presidente que ha habido un descenso en este sexenio en los índices de homicidios y otros delitos, pero dudo que esta baja, la cual no borra el hecho de que el actual es ya el sexenio más violento de la historia, haya sido producto de horas-nalga en juntas burocráticas. La inseguridad, además, no es un problema que sólo sea culpa de los gobernadores de oposición, pero no de los aliados o del Gobierno federal. El tema debe ser estudiado sin ánimo político, pero lo primero es conocer bien los datos, y estos no nos dicen que Guanajuato, o algún otro Estado gobernado por la oposición, sea el más violento de México.
“Deja de culpar a los demás. ¡Detente! Deja de ver por la ventana y mira en el espejo”,
COLATERALES
Supongo que pensaron que el video de Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo de Xóchitl Gálvez, noquearía a la candidata, pero no funcionó. Tanto el joven como la candidata ofrecieron disculpas, mientras que la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, pidió a los políticos: “jueguen limpio”, no sigan convirtiendo a los familiares en “daños colaterales” de la política.
ERIC THOMAS.