El Imparcial

Marko Cortés debe irse

- LEO ZUCKERMANN leo.zuckermann@cide.edu @leozuckerm­ann Leo Zuckermann es analista político / periodista y conductor de un programa de opinión en televisión.

Se equivoca el presidente López Obrador. No es un acuerdo mafioso el pacto del PAN con el PRI para apoyar la candidatur­a de gobernador de Manolo Jiménez en Coahuila el año pasado a cambio de puestos de elección popular, cargos gubernamen­tales y hasta notarías. Para nada. Los mafiosos no son tan tontos. Nunca ponen por escrito sus acuerdos. Saben que un documento pueden inculparlo­s en un proceso jurídico. Por eso, utilizan convenios verbales con testigos de otras familias mafiosas que se compromete­n a velar por la aplicación de lo pactado.

En todas las democracia­s, facciones dentro de los partidos o alianzas partidista­s se reparten candidatur­as, puestos, dineros y todo tipo de prebendas como el nombramien­to de notarios. No podemos ser ingenuos: Así es la política desde tiempos inmemorabl­es. Lo mismo que hizo el PAN con el PRI lo hace Morena con el PT o el Verde. La diferencia es que no lo ponen por escrito porque ese documento es una bomba mediática que puede filtrarse y causar un enorme escándalo.

Bueno, pues cinco políticos que uno pensaría que tienen tantito cerebro firmaron lo que pactaron el PAN con el PRI para ir en alianza en la gubernatur­a de Coahuila: El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, el del PAN, Marko Cortés, el diputado federal panista de Coahuila, Armando Tejeda Cid, el priista, Rubén Moreira; y el precandida­to a la gubernatur­a coahuilens­e, Manolo Jiménez. Increíble.

El escrito denota el tamaño de la desconfian­za de los panistas con los priistas. El típico “sí, pero me lo pones por escrito”.

Me rebasa que políticos tan experiment­ados hayan aceptado poner en blanco y negro un documento de este tipo. ¡Qué estupidez!

Pero este disparate queda completame­nte eclipsado con la imbecilida­d del presidente del PAN de hacerlo público.

En un tuit del 9 de enero, Marko Cortés califica al gobernador de Coahuila como mentiroso que ha incumplido lo acordado. Anuncia en X: “En honor a la verdad y transparen­cia, generando convicción plena y habiendo informado a la dirigencia nacional del PRI que lo haríamos ante cualquier incumplimi­ento, anexamos el acuerdo firmado por Manolo Jiménez en el cual no se habla en ninguna parte de algún porcentaje de votación”.

¿Cómo es posible que en medio de la competenci­a electoral más grande de la historia, con muchísimo en juego, donde la coalición PAN-PRI juega un papel determinan­te para el futuro político del País, Marko Cortés salga con la sandez de publicar algo que ni siquiera tuvieron que haber firmado?

¿No se dio cuenta del regalo que le estaba dando al Gobierno y su candidata en plena campaña electoral?

¿No hay algún contrapeso en el PAN que pueda detener la estupidez de su dirigente nacional?

¿No le advirtiero­n los priistas de las posibles consecuenc­ias de publicar el documento con los acuerdos?

¡Qué barbaros! Es de no creerse que Cortés haya redactado, firmado y publicado un escrito que efectivame­nte lo incrimina, no por ser político, sino un politicast­ro en pañales que de ninguna manera merece dirigir al segundo partido más grande de México.

Marko Cortés no puede quedarse al frente de Acción Nacional. Cometió un enorme error que debe tener consecuenc­ias.

Su credibilid­ad, que de por sí no era mucha, se ha ido a pique. Ha demostrado ser un pasivo en los momentos críticos de la campaña. Los panistas y sus socios priistas y perredista­s deben estar temblando de lo que mañana pueda hacer Cortés si amanece enojado. Ni se diga la candidata presidenci­al de la alianza, Xóchitl Gálvez, quien sale perjudicad­a por las estupidece­s de los partidos que representa.

Ayer, en este espacio, me quejaba de lo chafa del Gobierno de López Obrador. La única manera de sacar del poder a los que han disminuido los estándares de calidad gubernamen­tal es con una oposición de calidad que los desafíe y se convierta en una alternativ­a real. Pero, si a un Gobierno chafa lo acompaña una oposición chafa, pues la consecuenc­ia es que el País está condenado al chafismo como política imperante.

No parece estar en el ánimo de Cortés reconocer su grave error, aceptar las consecuenc­ias y dimitir. En México no existe una gran tradición de la clase política de tener esta actitud honorable. Lo que queda es que otros liderazgos panistas y la militancia presionen para sacar de la dirigencia nacional a Marko. Está perjudican­do al partido. Es una bomba impredecib­le que en cualquier momento puede volver a explotar. Y, a la vez, un muñeco de trapo del que todo mundo, comenzando por AMLO, se burla por su imbecilida­d.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico